«Mayoría de víctimas pertenecen a grupos indígenas y comunidades rurales”| ONG denuncia crímenes contra activistas ambientales en Honduras

Global Witness, la ONG internacional que documenta los crímenes contra los ecologistas en el mundo, publicó este martes un informe, en el que denuncia la implicación de altos representantes políticos y miembros de la élite empresarial de Honduras en actos de represión hacia activistas ecológicos en el país.

La organización informa sobre los homicidios de 123 ecologistas en el país desde el año 2010. En consecuencia, y como consecuencia de la corrupción generalizada, Honduras es el país más peligroso para ser defensor del medio ambiente.

Honduras pasa a formar parte del grupo de países más peligrosos para los defensores del activismo ambiental, junto a Brasil y Colombia.

El texto presentado informa que “los conflictos por la minería, las presas hidroeléctricas y la agroindustria son las principales causas de estas muertes y la mayoría de las víctimas pertenece a grupos indígenas y comunidades rurales”.

“Global Witness ha descubierto nuevas evidencias de los acuerdos de la puerta trasera, sobornos y violaciones de la ley que se utilizan para imponer estos proyectos y silenciar cualquier oposición”, asegura el informe.

Asimismo, el jefe de campañas de Global Witness, Billy Kyte, afirmó que sus “investigaciones demuestran que las élites políticas y empresariales hondureñas están usando medios corruptos y delictivos para sacar provecho de la riqueza natural del país y están consiguiendo el apoyo de las fuerzas estatales para asesinar y aterrorizar a las comunidades que se atreven a interponerse en su camino”.

BERTA CÁCERES, UN CRIMEN QUE SACUDIÓ EL PANORAMA INTERNACIONAL

Entre los homicidios destaca el de la activista indígena Berta Cáceres, cuyo homicidio en 2016 fue el primero en provocar un escándalo internacional. Pese a las amenazas a su vida, Cáceres lideró un movimiento contra la construcción de una planta hidroeléctrica en el occidente de Honduras por su impacto ambiental en tierras históricamente habitadas por indígenas.

Feminista, defensora indígena, activista de derechos humanos, ambientalista, opositora gubernamental y líder del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, Cáceres murió a balazos el 3 de marzo del 2016 en su casa del departamento de Intibucá.

En su asesinato, como autores intelectuales y materiales figuran al menos siete personas, seis militares (activos y en retiro) y un empresario.

F/Telesur
F/EFE