Los submarinistas que trabajan en los operativos de recate del barco que naufragó en Corea del Sur el pasado jueves han encontrado por primera vez cuerpos en el interior del navío.
Según las autoridades, los buzos tuvieron que romper algunos cristales del ferry para recuperar tres cadáveres, con lo que el número de muertos por el naufragio asciende a 36.
Además, más de 250 personas continúan desaparecidas, muchas de ellas niños.
Algunas familias han tenido acceso a imágenes de las cámaras que llevaban los buzos.
Las autoridades les han dicho que las labores de rescate podrían tomar hasta dos meses, lo que ha provocado ataques de nervios en algunos de ellos.
La búsqueda de posibles supervivientes se ha visto obstaculizada por la poca visibilidad de las aguas y el fuerte oleaje.
Según los fiscales que investigan el accidente, un poco experimentado tercer oficial estaba al timón del ferry en el momento del accidente. Tanto el capitán como el primer y segundo oficial han sido arrestados.