La caza alcanzó un ritmo superior a tres animales diarios|Última oportunidad para salvar a los rinocerontes

Recientemente se ha celebrado el Día Mundial del Rinoceronte, un buen motivo para llamar la atención de todos por parte de las personas e instituciones comprometidas con un mismo deseo: su supervivencia, hacer posible que sobrevivan para el próximo siglo todas las especies de rinocerontes amenazadas.

Mientras los rinocerontes indios mantienen el tipo in extremis, los de Sumatra y Java han entrado ya en la espiral que les llevará a la extinción, y lo mismo sucede con la subespecie de rinoceronte blanco de África, que con un solo macho vivo se tambalea al borde del abismo.

La pujanza por conseguir el cuerno de rinoceronte ha sido alimentada no solo por la demanda en áreas de Asia sino también como consecuencia de la inestabilidad e inseguridad en las zonas de África donde habitan, lo que ha incrementado su valor. En consecuencia, ha pasado a ser un objeto de comercio codiciado por despiadadas bandas criminales. Así, el comercio ilegal de cuerno de rinoceronte se ha incorporado al tráfico ilegal de armas, drogas y personas, pues, como en estos casos, el riesgo es asumible dados los beneficios económicos que reporta.

No hay tiempo que perder, hay mucho en juego. ¿Qué podemos cambiar? ¿Qué podemos hacer para evitar el final al que se ven abocados los rinocerontes? Las estadísticas de la caza furtiva de rinocerontes ofrecen unos números muy sombríos. En los últimos tres años la pérdida de rinocerontes en África ha alcanzado un ritmo superior a tres animales diarios, cerca de 3.000 de ellos en Sudáfrica.

Si esto sigue así, el punto de inflexión llegará en un par de años, cuando las muertes superen los nacimientos, momento en el que el número total de rinocerontes caerá en picado. Por lo tanto, para evitar ese horrible desenlace necesitamos reducir la demanda de cuerno de rinoceronte y asegurarnos de que los rinocerontes se reproducen más rápido de lo que mueren a manos de los cazadores.

Para completar el primer objetivo necesitamos aunar los esfuerzos para reducir la demanda de cuerno de rinoceronte. Son muchas y muy distintas las personas actualmente implicadas en ello, desde el príncipe Guillermo de Inglaterra, que dialoga con el Gobierno y el pueblo de China, hasta Richard Branson, propietario del grupo Virgin, que está ayudando a desarrollar estrategias para detener este mercado con líderes empresariales de Vietnam.

Si estas conversaciones consiguen cambiar el rumbo y reducir la demanda de cuerno de rinoceronte, las leyes básicas de funcionamiento de la economía harán que se reduzcan los incentivos para los cazadores furtivos y la caza deje de ser rentable.

Pero para ello es igualmente crucial desarrollar medidas de protección en colaboración con las poblaciones locales. En esta actividad es donde Fauna & Flora International, una ONG dedicada a la conservación de la biodiversidad, concentra actualmente sus esfuerzos, con la idea de que se puedan estabilizar y empezar a crecer más poblaciones de rinocerontes en África.

De los países africanos con mayor extensión de distribución de rinocerontes -Sudáfrica, Namibia, Zimbabue y Kenia-, ha sido en este último donde sólo han caído cuatro rinocerontes a manos de los cazadores y mucho han tenido que ver en ello las medidas de protección que se han desarrollado al respecto en la reserva natural Ol Pejeta Conservancy.

Ol Pejeta Conservancy alberga actualmente más de 100 rinocerontes negros. Allí se concentra la mayor población de rinoceronte negro de África Oriental y su población crece a un ritmo del 5% anual.

En los últimos dos años se ha conseguido establecer nuevas poblaciones de rinocerontes en terrenos privados y comunales constituidos como zonas de conservación, lo que ha abierto la posibilidad de aumentar el número de pastizales disponibles para los rinocerontes siempre que se aúnen los esfuerzos de protección local. En Ol Pejeta, perros especialmente adiestrados contra la caza furtiva, como el que tenemos oportunidad de presentar, Diego, son una valiosa ayuda en la protección de esta población.

Este trabajo se hace simultáneamente con los programas de desarrollo de las comunidades locales, que están plenamente establecidos, y la implicación de éstas ha demostrado que es una manera eficaz de reforzar los programas locales de protección de los rinocerontes.

Pero, además, los perros son apreciados por las comunidades de alrededor de Ol Pejeta, pues sus capacidades de rastreo se han puesto al servicio de esas comunidades para otros cometidos, como resolver crímenes, en su mayoría robos pero también asesinatos.

El papel que desempeñan las comunidades que viven junto al hábitat de los rinocerontes es crucial, e involucrarlas es decisivo. En Mozambique, por ejemplo, a lo largo de los lindes del Parque Nacional Kruger de Sudáfrica, se ha consolidado una rentable economía entre las comunidades basada en los beneficios que reporta el comercio ilegal de cuerno de rinoceronte. Esta situación se puede revertir, como ha demostrado la actuación llevada a cabo en Ol Pejeta en Kenia, pero además ofrece un futuro.

Transformar una economía que aboca al exterminio del ‘producto’ en otra donde las comunidades pueden ver su propia sostenibilidad centrando su interés, incluyendo el incentivo económico, en la conservación de la biodiversidad, hará que actúen como primera línea de defensa. Allí donde el riesgo de detección y detención de la caza furtiva son mayores que los beneficios, la balanza siempre oscila en favor de los rinocerontes y, a la larga, de las comunidades locales. Afianzando estos modelos de sostenibilidad los rinocerontes podrán sobrevivir. Gracias a la solidaridad de todos y al trabajo conjunto de los humanos y los perros estaremos asegurando su supervivencia.

F/eldiario.es
F/Tom Aveling

Estas son las consecuencias inevitables del capitalismo depredador