Este domingo comenzó el recorrido de la Virgen de Chiquinquirá en las aguas del Lago de Maracaibo, estado Zulia, el cual pasará por unos 20 pueblos de agua de la entidad.
La Virgen recorrerá los municipios Mara, Guajira, Almirante Padilla, Miranda, Santa Rita, Cabimas, Lagunillas, Palmo de Rodríguez, Sotillo, Baralt, Sucre, Catatumbo, La Cañada de Urdaneta y San Francisco.
Se espera que retorne a la ciudad de Maracaibo el 16 de noviembre, para continuar con las celebraciones propias de esta festividad religiosa.
El gobernador de la entidad, Francisco Arias Cárdenas, expresó que este recorrido en el Lago es una muestra de fe y esperanza por parte del pueblo zuliano.
“Este viaje es envidiable, es el que hacían nuestros abuelos, representa la gran esperanza que tienen el pueblo nuestro en la Virgen. Mucha gente quiso destruir a Maracaibo, se dice que el presidente Guzmán Blanco dijo que no descansaría hasta que estuviera convertida otra vez en aldea de pescadores. Se murió Guzmán y Maracaibo sigue fuerte con su patrona, grandeza y fe”, expresó.
RECHAZÓ ACTOS DE PROVOCACIÓN EN ACTIVIDAD RELIGIOSA
Por otra lado, el gobernador lamentó que grupos opositores a la Revolución Bolivariana realizaran actos de provocación en su contra y la del candidato por el Partido Socialista Unido de Venezuela a la alcaldía de Maracaibo, Miguel Ángel Pérez Pirela, durante la bajada de la Virgen de Chiquinquirá.
“Lamentamos el hecho de ayer (sábado). Al llegar a la Basílica hubo un grupo de activistas políticos que pitaron. No es gente buena ni nuestra, es gente que juega a la política y con los santos religiosos. Nosotros respetamos este encuentro (…). Nuestra entrega y trabajo constante es el mejor desagravio que podemos hacerle a la Virgen”, puntualizó.
La imagen salió en horas de la tarde desde la Basílica Nuestra Señora de Chiquinquirá y la misa estuvo a cargo del párroco Eleuterio Cuevas, quien dio palabras de despedidas a la Virgen en el inicio del recorrido por el Lago, acompañada de 300 lancheros y del ferry Coquivacoa.
La Virgen fue custodiada por la Policía Nacional Bolivariana, servidores de María y cientos de feligreses que la acompañaron hasta el puerto de Maracaibo.