Mediante un trabajo que estuvo a cargo de las comunidades organizadas y el Fondo Nacional Antidrogas (Fona), fue inaugurada este viernes una Escuela de Baloncesto, que atenderá a más de 5.000 niños, niñas y adolescentes del sector Mamera, en la parrroquia Antímano de Caracas.
En la actividad, los chiquillos disfrutaron de actividades recreativas, culturales y deportivas, en las áreas de la casa de Campo Guzmán Blanco, del populoso sector capitalino.
El presidente del Fona, coronel José Gregorio Gómez Lares, hizo entrega de implementos deportivos como balones de fútbol y baloncesto, uniformes, chalecos deportivos, pizarras acrílicas, cronómetros, tableros de baloncesto, trompos, metras, yoyos, trofeos y combos de primeros auxilios, para los cuales se invirtieron 115.000 bolívares.
La finalidad de estas escuelas es darle espacios de entretenimiento a los jóvenes para que practiquen baloncesto con instructores capacitados, con trayectoria en la disciplina, pues la meta es que «la juventud se aleje del delito y de los vicios haciendo deporte».
Esta jornada, que forma parte del primer abordaje comunitario en la parroquia, incluye también disciplinas como taekwondo, fútbolito y boxeo.
El ex basquebolista Alexander «Mimou» Vargas, invitado al evento, destacó: «Estas actividades son importantes para prevenir la delincuencia en los sectores populares, pues la idea es que crezca el deporte, en este caso el baloncesto».
Vargas resaltó la importancia de que cada día «tengamos un niño más con un balón y un niño menos con un arma o usando sustancias prohibidas».
HABLA LA COMUNIDAD
Tito Pérez, vecino del sector, destacó que esta jornada deportiva busca promocionar «la mesa de convivencia» en la parroquia, y adelantó que realizarán talleres y foros sobre danza, teatro y embarazo precoz, a fin de alejar a los pequeños de las calles.
Ronald Guerra, uno de los instructores de baloncesto y residente de Mamera, acotó que la meta «es que se beneficien cientos de niños practicando baloncesto». Consideró que con el deporte se evitará que los niños tomen el camino delictivo.
Su hermano, Kelvis Guerra, también facilitador de baloncesto, dijo que su labor es enseñar a los niños todo lo que aprendió en su época como jugador y colaborar para que los pequeños no caigan en el flagelo de la delincuencia. «El objetivo es darle otras opciones de entretenimiento a los niños de la zona y que no agarren malos pasos», dijo.
NIÑOS DEPORTISTAS
Uno de los pequeños, Miguel Ángel Zavala (10 años), practicante de taekwondo, expresó que le gusta el deporte de combate porque le enseñan disciplina y respeto a las demás personas. Desea convertirse en profesor de la especialidad cuando sea mayor.
El también taekwondista Gilbeiker Silva (11 años) dio una demostración de sus habilidades y dijo sentirse feliz cuando hacen competencias y exhibiciones de la disciplina.
Otro niño muy activo, José Villarreal (11 años), quien apenas tiene dos semanas entrenando taekwondo, contó que entre sus virtudes como atleta resalta su defensa en el combate.