La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y la Policía de Puerto Rico informaron sobre la incautación de 117 kilos de cocaína en Cabo Rojo, en el suroeste del país, valorado en 2,9 millones de dólares.
«Esto es apena una mella en este negocio del narcotráfico», indicó Xavier Morales, jefe de la Patrulla Fronteriza en el Sector Ramey en Aguadilla (oeste), al sostener que cada vez que entra un cargamento de narcóticos a Puerto Rico, se desencadena una serie de eventos delictivos que casi siempre terminan en violencia y asesinatos.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza de Ramey respondieron a un alerta de contrabando marítimo que tuvo lugar cerca de Puerto Real, en Cabo Rojo, junto con la Policía de Puerto Rico, donde encontraron, tras un registro de la zona, una embarcación de consola central Wellcraft de 19 pies con fardos de contrabando dentro de tres contenedores de gasolina.
En el lugar no se realizaron arrestos, mientras que la División de Empresas Criminales de San Juan del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), asumió la custodia del contrabando para conducir la pesquisa de rigor.
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