La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, reconoció en una rueda de prensa este jueves que los incendios forestales que azotan al país exceden las previsiones del Ejecutivo.
«Es una situación sin precedentes», aseveró la mandataria y añadió que ha sido decretada la región de Biobio como zona de catástrofe.
Además, informó que llevan a cabo reuniones con los organismos de seguridad chilenos para evaluar los avances sobre la investigación de la posible intencionalidad de los incendios.
«No vamos a ceder ni un metro en los combates de los incendios», aseguró Bachelet, quien agradeció el apoyo de la comunidad internacional para el combate del fuego.
AVANZAN LAS LLAMAS EN CHILE
Alrededor de un millar de viviendas fueron arrasadas por el fuego entre la noche del miércoles y la madrugada de este jueves en la localidad de Santa Olga, en la región chilena del Maule, según las autoridades locales.
«Todo el mundo tuvo que salir y Santa Olga se quemó», informó a medios locales el alcalde de la ciudad de Constitución, Carlos Valenzuela, a cuya jurisdicción pertenece Santa Olga.
De acuerdo con el funcionario, las llamas quemaron los cuarteles de la policía y de bomberos, escuelas, un centro de atención médica e instalaciones industriales en Santa Olga.
«Cuesta decirlo, cuesta asimilarlo, cuesta darse cuente de los que estaba sucediendo, tuvieron que salir los carabineros, los bomberos, espero que la gente haya salido toda, no querían salir. Es tremendo todo lo que está pasando», lamentó Valenzuela.
Hasta el momento, de acuerdo con reportes oficiales, entre 6.000 y 7.000 personas han quedado damnificadas en las región chilena, una de las más afectadas por los incendios.
Entretanto, la ciudad de Penco, en la región del Biobío, a 500 kilómetros de Santiago, quedó en las últimas horas del miércoles completamente rodeada por las llamas.