Inces brinda formación en las áreas productivas

El Programa Aprendices del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) formó este año a 766.416 compatriotas, de los cuales 490.506 son jóvenes con edades comprendidas entre 15 y 35 años y 413.865 son mujeres.

Estos precisos datos los ofreció Wuikelman Angel Paredes, presidente de esta institución educativa, al ofrecer un balance de los logros obtenidos en este año que se va.

“Muchos de los jóvenes no son son aprendices, sino que vienen a formarse en un área técnica, como mecánicos, cocineros, baristas, electricistas y otras áreas. El Inces es el espacio privilegiado que tiene la clase trabajadora para formarse, sean que estén trabajando y quieran perfeccionarse o quieran adquirir dominio para incorporarse al mundo laboral”, aclaró Angel.

Según estudios del Inces las áreas que más demanda tuvieron este año 2017 fueron la industrial con 158.283 aprendices; agroalimentaria (113.689), administrativa (102.185), telecomunicaciones (40.307), metalmecánica (26.177), construcción (13.868) y banca (11.823): “Según estas cifras debemos propiciar que se impulsen más las áreas productivas industrial y agroalimentaria, que la administrativa. Para el año entrante debemos fortalecer el motor agroalimentario, la producción de semillas para el campo”.

También tiene entre ceja y ceja profundizar en el sector farmacéutico: “Tenemos poca formación, pero vamos meterle el pecho a la innovación e investigación para producir medicamentos en varios renglones. Queremos ampliar y desarrollar nuestros contenidos formativos”.

Claro está que no dejarán de desarrollar el sector industrial, que prácticamente es la bandera que identifica a esta institución: “Fabricar partes y piezas, reparar y debido a la crisis económica existente existe demanda en el mantenimiento, tanto industrial como personal. Por ejemplo, cómo reparar un zapato o un bombillo ahorrador. Por cierto, en casi todos los centros nuestros industriales se reparan estos bombillos. De cada cien bombillos, dependiendo de sus fallas sesenta vuelven a funcionar por lo menos”.

Destacó que otro renglón que va en crecimiento en los últimos tiempos es el hotelero (barista, cocina básica hasta avanzada y otros aspectos más). Y también haremos énfasis en el de construcción: “Fabricar bateas, construir tuberías de plástico, el eléctrico y otros para así fortalecer la Gran Misión Vivivienda Venezuela y la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor”.

También tienen tareas pendientes. En este punto deben fortalecerse para certificar a las personas que están formados en un área (metalmecánica o artes gráficas, por ejemplo), pero les falta esa aprobación legal. La meta este año era de 350.000 compatriotas, pero solo fueron certificados 211.704, lo que representa apenas un 60,49%.

“Estamos mejorando los procedimientos para poder cumplir con este objetivo de certificación. Debemos recodar que en el Inces se había dejado por varios años el acreditar. Ahora lo estamos reactivando en los aspectos técnico y administrativo. Son miles y miles de venezolanos que acuden por un día al Inces para ser acreditados, respondiendo además a la demanda de distintas instituciones”, señaló Angel.

Destacó el auge que en los últimos años han tenido las escuelas técnicas y las universidades politécnicas, que buscan reforzar el aparato productivo en varios renglones, “en función de este giro necesario para desarrollar nuestra economía. Estamos viviendo una gran oportunidad y en la medida que comprendamos que tenemos el talento, que tenemos la obligación histórica y comencemos a evidenciar que sí es posible resultados positivos, saldremos adelante”.

CHAMBA JUVENIL

Con respecto al Plan Chamba Juvenil, creado debido a estudios mediante el denominado Carnet de la Patria, donde se analizó el nicho de solicitud de trabajos por jóvenes entre 14 y 18 años de edad. Aclaró que aunque existe “un porcentaje que no estaba ni trabajando ni estudiando, el grueso está en clases o terminaron los estudios en secundaria y quieren trabajar”.

Los mismos se situaron en el Plan Nacional de Aprendices, por lo que empresas privadas y públicas debían contratar un porcentaje de estos jóvenes: “Está basado en la obligación de los entes de trabajo de contratar y formar en un porcentaje de su nómina, a jóvenes entre 14 y más de 18 años. Cada entidad que tenga más de 15 trabajadores está obligada a contratar entre el 3 y 5%, pagando los gastos de formación”.

Gracias a esto se logró incorporar en menos de seis meses a 23 mil aprendices de los sesenta mil pautados entre 14 y 18 años, estén aprendiendo y trabajando. De estos contratados y contratadas un 80% están en el sector público y el resto en el privado, siempre cobrando el sueldo mínimo y demás beneficios laborales.

“Sin embargo, después que cada empresa cumpla con sus procesos administrativos, cumpliendo los pasos de pruebas de aptitud, antecedentes penales y otros, se llegará pronto a la meta de sesenta mil. Ojo, ese resto ya está ubicado e identificado. Se debe recordar que el promedio de formación de un aprendiz es de dos años, entre la fase teórica y la práctica”, acotó el funcionario público.

HASTA PRÓTESIS

Prueba de esos avances tecnológicos logrados por el Inces, se pudo apreciar en la reciente FIC-TEC Jacinto Convit 2017, efectuado en Caracas y donde Miguel Scorza, tecnólogo mecánico merideño, mostró su proyecto de innovación tecnológica con el diseño de una prótesis de rodilla desarrollada junto a 18 aprendices Inces.

Según Scorza durante el curso de diseño mecánico se logró este prototipo de prótesis que prestará apoyo a la Misión José Gregorio Hernández, “ya que Mérida hay, en este momento, unas 150 personas en espera de esta pieza médica. Actualmente el costo de estas rodillas en el mercado internacional es de 3.500 euros, pero ese precio varía considerablemente, y de acuerdo a nuestros costos, esta pieza estaría muy por debajo de esa referencia internacional”.

Recalcó Scorza que el Inces tiene la disposición de fabricarla en el país: “Disponemos del diseño, el software y el prototipo ya programado totalmente en CNC, para tener una gran producción y así darle respuestas a todos las personas que por diversos motivos han perdido sus piernas. Este prototipo es realizado con materiales reciclados de la industria regional”.

Esta prótesis ha sido colocada exitosamente en una niña merideña que sufrió la amputación de una pierna a causa de diabetes. En el estand del Inces también expuso las capacidades y el desarrollo científico y tecnológico en los talleres y laboratorios de esta institución en todo el país. De ahí que también presentaron trabajos tecnólogos de los estados Anzoátegui, Aragua y Falcón.

“Se debe recalcar que muchos medios de comunicación, en especial que están a favor de la derecha nacional e internacional, no resaltan estos trabajos, sino que hacen hincapié en los jóvenes que se van. También se están desarrollando prótesis oculares, que pueden moverse. Tenemos una persona formándose en Argentina para producirlas en Venezuela. Es sustituir las importaciones. Y así en otras áreas”.

A propósito de este punto, Angel informó que esta institución educativa cuenta con más de cien laboratorios de alta tecnología: “Nos acaban de certificar cuatro en el área de soldadura, ya que abarcamos todos los 17 tipos que demanda la industria nacional. También en nuestros laboratorios estamos produciendo partes y piezas de los molinos que extraen el agua para el pueblo falconiano, un proyecto interesante que no recogen los medios de comunicación”.

T/ Eduardo Chapellín
F/ Miguel Romero
Caracas
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