El Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) sigue manteniendo su objetivo principal de ofrecerle a la juventud venezolana una plataforma institucional donde formarse e integrarse a diferentes áreas laborales.
Así lo indicó el presidente del Inces, Wuikelman Ángel, en entrevista para la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), quie ejerce el cargo desde septiembre de 2014.
«Aquí se garantiza que la juventud tenga una formación técnica profesional y pueda incorporarse al trabajo. Todo esto lo logramos a través de diferentes programas que estamos llevando a cabo también en pro del desarrollo de los modelos productivos y de la agenda económica de país», expresó Ángel, desde la sede de la institución en la avenida Nueva Granada, en Caracas.
El Inces, que tiene 149 centros en todo el país, cuenta con seis programas de aprendizaje, que ha contado con la participación de 63.405 muchachos entre 14 y 18 años. Estos programas son: entidades de trabajo, con 39.668 jóvenes; bachillerato productivo (18.375); Militar (4.121); Productiva con 496.905 estudiantes; Luisa Cáceres de Arismendi, dirigido a la población penitenciaria, que ha atendido 35.032 reclusos; y Acreditación y Certificación de Saberes con 172.451 participantes.
«Teníamos como meta llegar al millón de participantes, alcanzamos los 829.957, es decir, un 83% de la meta establecida. Uno de los programas fundamentales fue el de la producción productiva ya que agrupa los cursos, talleres, salidas ocupacionales y formación del proyecto», explicó Ángel.
El Inces prevé duplicar la cifra de participantes en el programa de aprendizaje, con la incorporación de los muchachos de Plan Chamba Juvenil, además de la integración de 50 mil muchachos de las escuelas técnicas.
Asimismo, celebró la creación de Bachillerato Productivo que está dirigido a aquellas personas que no pudieron finalizar sus estudios. «Los que egresan de este programa salen en menciones como electricidad, carpintería, entre otros», agregó.
A estos programas se suman el de Agroalimentaria, con 119.535 estudiantes; Industrial, con 199.591 jóvenes; Banca y finanzas (212.046); Economía comunal social y socialista, con 80.069 estudiantes y Turismo (123.627).
Las empresas o personas que deseen inscribirse en el Inces pueden inscribirse a tráves de la página web www.ince.com.ve, indicó.
Incorporación en el área laboral
Durante la entrevista, recordó que muchos de estos ciclos de formación son cortos, aproximadamente de tres meses, para luego ser incorporados al campo laboral, ya sea en empresas públicas, privadas o comunales.
«Aproximadamente entre un 30% ó 35% de los jóvenes terminan siendo incluidos, el resto no, porque no es obligación de ninguna unidad de trabajo terminar incluyendo a jóvenes. Pero el joven que se forma y no es aceptado en el espacio donde realizará la práctica consigue en otro sitio, porque los estudios del Inces son reconocidos», destacó Ángel.
Las becas que los jóvenes en formación reciben es del valor del salario mínimo con todos los beneficios, tal como está establecido en la Ley del Inces.
«Su condición no es de estudiantes, es de trabajador, mientras estén en la teoría y la práctica el joven recibe el salario integral con todos los beneficios», acotó.
Por otra parte, esta institución ha firmado convenios con diferentes universidades del país como la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) y la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, entre otras. Esto con el fin de que todo aquel que se haya formado dentro de la institución le reconozcan las materias que hayan cursado, precisó.
Proyectos para el 2019
Para el 2019 impulsarán la marca Wadika, que es una cafetería donde los venezolanos podrán disfrutar de los productos de la formación gastronómica que desarrolla el Inces.
«Ya tenemos tres abiertos, entre ellos Caracas y Portuguesa, y pensamos ir a 10 estados para ir construyendo una red de espacios donde seamos capaces de demostrar al público en general las innovaciones que tiene el Ince», añadió.
En este sentido, Ángel resaltó que la institución seguirá trabajando por la educación de la juventud venezolana y en pro de generar la producción para combatir la guerra económica del país.