Aires de independencia: Miles forman una inmensa cadena humana por la autonomía vasca

Más de cien mil personas formaron una cadena humana en el País Vasco, que unió San Sebastián, Bilbao y Vitoria, para exigir el respeto al derecho a decidir y reclamar un referendo de autodeterminación en la región. La movilización, similar a las que han impulsado en los últimos años en el propio Euskadi y en Cataluña, pretende revitalizar las reivindicaciones de independencia una vez que la organización separatista vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA) anunció su disolución definitiva el pasado mes de abril.

La plataforma que organizó la cadena humana, Gure Esku Dago, (Está en nuestras manos, de su traducción del euskera) pretendía unir las tres provincias vascas a través de una cadena humana, un reto que lograron con solvencia, ya que según los organizadores participaron más de 175 mil personas. Todos ellos se entrelazaron de las manos y unieron la región a través de sus cuerpos, recorriendo una extensión territorial de más de 200 kilómetros en la que recorrió pueblos, villas, ciudadanos y todos los rincones que unen las tres ciudades de Euskadi.

La movilización ciudadana contó con el respaldo de las formaciones nacionalistas, tanto de los nacionalistas conservadores del Partido Nacionalista Vasco (PNV) como de la izquierda soberanista de EH-Bildu.

Angel Oiarbide, vocero de la plataforma ciudadana, leyó el manifiesto en el que ha sostenido que el “ejercicio del derecho a decidir será clave en el próximo ciclo porque es un instrumento fundamental para garantizar la convivencia a largo plazo y porque, teniendo como único límite la voluntad democrática de la ciudadanía, permite defender todos los proyectos políticos en igualdad, sin exclusiones”. En este sentido destacó que “las ciudadanas y los ciudadanos cada vez somos más conscientes de la fuerza que tenemos para promover cambios en la sociedad. Y en Euskadi no tenemos miedo a la libertad. Estamos en el camino y vamos a decidir porque está en nuestras manos”.

A la movilización ciudadanos se unieron ciudadanos de todas las edades que alzaron la voz para exigir una reivindicación añeja: que se respete el derecho a decidir y se permite la celebración de un referendo de autodeterminación en el que se decida si la región opta a la independencia del Estado español. Algo similar a lo que reivindica Cataluña con más fuerza que nunca desde hace cinco años y que ha llevado a la región a un conflicto sin precedentes con el Estado español, que respondió con medidas judiciales, cárcel y represión.

Entre los participantes de la cadena humana también se encontraban numerosos políticos, entre ellos la cúpula del PNN, con su presidente, Andoni Ortuzar a la cabeza, y Joseba Egibar, también asistieron los líderes de la izquierda separatista como Arnaldo Otegi y Maddalen Iriarte.

El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia celebró el acto reivindicativo porque “es una forma de animar a la gente a reivindicar el derecho a decidir que nos corresponde a esta vieja nación que quiere decidir libre y democráticamente su futuro y que lo va a hacer”.

Otegi añadió por su parte que “hoy vamos a decir alto y claro que somos una nación que va a decidir su futuro y espero que los responsables políticos no cierren los ojos ante los miles de ciudadanos vascos”.

Bakartxo Tejeria, presidenta del Parlamento vasco, también se sumó a la movilización y advirtió que esta cadena humana “demuestra que existe un pueblo activo que quiere decidir libre y democráticamente su futuro”. Como gesto de apoyo y solidaridad también acudieron numerosos líderes políticos y sociales del independentismo catalán para reivindicar una vez más el “hermanamiento” de ambos procesos de independencia.

F/La Jornada
F/AP