Indígenas de Canadá y Estados Unidos anunciaron este miércoles su disposición de bloquear, por la vía legal y con acciones de protestas, la instalación en sus territorios de dos polémicos oleoductos, por el consecuente riesgo ambiental.
Líderes nativos de ambos países se concentraron frente a la sede del Parlamento canadiense para rechazar los planes de Ottawa de construir los canales Northern Gateway y Keystone XL en tierras ancestrales.
El primer ducto llevaría petróleo desde la provincia de Alberta -prolífera en arenas alquitranadas- hasta la costa oeste de Canadá, mientras el segundo atravesaría seis territorios de Estados Unidos para transportar 830 mil barriles diarios de crudo a refinerías de Texas capaces de depurar el denso bitumen.
«Tenemos que hacer frente a las decisiones descabelladas que este Gobierno toma en detrimento del bienestar del planeta», dijo Reuben George, jefe de la tribu canadiense Tsleil-Waututh.
En tanto, Phil Lane, de la etnia estadounidense Yankton Sioux, dijo que su comunidad también organizará actividades en las zonas fronterizas para mostrar oposición a los dos proyectos petroleros.
El ministro canadiense de Recursos Naturales, Joe Oliver, defiende la instalación del Northern Gateway y el Keystone XL con el argumento de que beneficiará a los asentamientos aborígenes con más empleos, mayor actividad y desarrollo económico.
Pero los nativos alertan sobre el peligro potencial de contaminación que representan el petróleo arenoso y el dióxido de carbono para los recursos hidráulicos, el medioambiente, la agricultura y la salud humana.