Repudio general motiva hoy en Perú una oferta pública de empleo con exigencias racistas, lanzada por un instituto educativo superior privado que puede ser multado hasta con el equivalente de cerca de diez mil dólares.
Los ministerios de Trabajo y Cultura, políticos de diversas tendencias, parlamentarios andinos, la Defensoría del Pueblo, la mayoría de los medios de prensa y otras voces se alzaron para condenar al Instituto Telesup, que publicó un anuncio en un diario, pidiendo jóvenes recepcionistas «de tez clara».
La exigencia resulta absurda en un país de gran diversidad cultural y racial y dio pie a que el Ministerio de Cultura repudie el hecho y recuerde que «la discriminación étnico-racial constituye un delito y debe ser sancionada».
Planteó por tanto que a la brevedad posible los responsables sean investigados, identificados y sancionados, mientras el instituto publicó un anunció en el que pide disculpas y carga la responsabilidad a instancias de menor nivel de la empresa.
El Ministerio de Trabajo informó que abrió una investigación sobre el caso e hizo una inspección al Instituto Telesup, a tiempo de advertir que la discriminación en el empleo es sancionada con multas que ascienden al equivalente de casi 30 mil dólares.
Los representantes peruanos en el Parlamento Andino exigieron sanción para el centro infractor y criticaron el hecho que otras empresas que convocan personal en términos racistas similares, no hubieran sido sancionadas.
Una investigación de la Universidad del Pacífico (privada) estableció recientemente que es común la práctica empresarial de excluir a postulantes a empleos por el color de la piel.