Partidarios del denominado movimiento social 15-M de indignados en España protestarán el próximo martes por el aumento del pasaje en metro y ómnibus, vigente este mes por disposición del Gobierno madrileño.
El 15-M, como se les conoce por las protestas de mayo último en reclamo de otro modelo socio-económico y político en el país, convocó a una concentración en los alrededores del Consorcio de Trasportes en Madrid, en rechazo a la subida del boleto, decretada por el Gobierno de Esperanza Aguirre.
La nueva tarifa, con un alza de 50 por ciento, ubica al transporte público de la capital como el más caro de España, denunciaron asociaciones de consumidores, citadas por el periódico El País.
Representantes del 15-M, reunidos en una asamblea de la Acampada Sol, demandaron al Gobierno transporte gratuito para los trabajadores desempleados que padecen una situación económica precaria ante la crisis y la falta de empleos.
El movimiento aseguró en mensajes por las redes sociales que apoya las huelgas previstas por los sindicatos del Metro, en coincidencia con la visita del Papa a Madrid, el 18 venidero.
Los indignados se sumaron también a la marcha laica, organizada por unas 140 agrupaciones cívicas, sindicatos y partidos izquierdistas, que tendrá lugar en Madrid, un día antes de la llegada del Sumo Pontífice, en una crítica por estar financiada con recursos del erario público español, según sus organizadores.
«La visita del Papa no es gratis». «La visita del Papa y la Jornada Mundial de la Juventud -organizada por la Iglesia católica- gastan millones, mientras un movimiento del 15-M luchando por los principios morales recibe palos de la policía», escriben los activistas en Twitter.
El 15-M cumple 100 días y somos millones, somos una legión mostrando la verdadera cara de la casta política, afirman los indignados españoles en mensajes interactivos, usados como plataforma de comunicación.