Este lunes|Industria farmacéutica mundial pendiente de fallo de tribunal indio

El Tribunal Supremo de la India ventilará hoy un trascendente litigio caso entre las empresas farmacéuticas nacionales y la multinacional suiza Novartis AG por la patente del Glivec, un efectivo medicamento contra el cáncer.

Los ojos de medio mundo están pendientes del fallo, pues cualquiera que sea éste podría cambiar las reglas en ese terreno y limitar o ampliar el peso mundial de la nación asiática como suministrador de medicamentos baratos.

Llamada «la farmacia de los pobres», la India viene negándose desde el 2006 a conceder una patente a Glivec bajo el argumento de que no es un producto nuevo, sino la modificación de un compuesto conocido (el mesilato de imatinib; en Estados Unidos se vende bajo el nombre comercial de Gleevec)

El medicamento representa un gran avance en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica y algunos tipos de cáncer gastrointestinal porque el cuerpo lo absorbe hasta un 30 por ciento más que otros compuestos.

De ganar el pleito, Novartis tendría los derechos exclusivos de comercialización y sacaría del mercado a las versiones más baratas de los fabricantes indios del genérico, que lo suministran a 1,2 millones de personas en el país y a otras naciones pobres de todo el planeta

En Occidente, un tratamiento anual puede costar 70 mil dólares, mientras las versiones genéricas indias no pasan de dos mil 500 dólares.

Si el fallo le resulta adverso, Novartis no sufriría una pérdida financiera sensible, pues las ventas indias del Glivec solo significan una pequeña parte de los más de cuatro mil 500 millones de dólares que mueve el producto por año.

La verdadera preocupación de ese y otros consorcios farmacéuticos es que semejante veredicto sentaría un precedente al cual podrían acogerse otras naciones grandes productoras de genéricos como China y Brasil.

La India está considerada la farmacia del mundo en desarrollo debido a sus altos niveles de fabricación de medicamentos genéricos baratos.

Organizaciones como Médicos sin Fronteras, por ejemplo, depende en un 80 por ciento de los genéricos indios para tratar a casi 200 mil enfermos de VIH/sida en países pobres.

Fuente/Prensa Latina
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