En el marco de la realización de la tradicional Feria de la Sapoara, en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, el Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (Inea) puso en servicio una embarcación que se dedica a recoger cualquier desecho orgánico o basura que haya sido arrojada a las aguas por los turistas y visitantes del evento ferial.
El alcalde de Ciudad Bolívar, Sergio Hernández, informó que esta labor ambientalista es realizada por un equipo de hombres y mujeres adscritos al Inea, que recorre diariamente la ribera sur del Orinoco en un tramo de más de 5 kilómetros que corre paralelo al Paseo Orinoco de Ciudad Bolívar y otros puntos «aguas abajo» usados por los temporadistas.
El equipo de trabajadores del Inea se encarga de recoger de las aguas latas de cerveza, envases plásticos, bolsas y cualquier elemento contaminante que afecte la belleza del río Orinoco y ponga en riesgo la flora y fauna de este curso acuático.
Así mismo, realizan labores de vigilancia para detectar a cualquier persona o grupo que incumpla con las normas cívicas y arroje basura al Orinoco durante la realización de esta feria, que se enmarca en el inicio de la captura de las Sapoaras, especie de pescado autóctono de este río y el cual sale a mediados de agosto hacia el río cuando este aumenta su nivel y se une con las lagunas que sirven de criaderos.
El alcalde Hernández, informó que el Inea se sumó al llamado de las autoridades municipales para que las instituciones públicas y privadas de Ciudad Bolívar colaboren con el éxito y la buena organización de la Feria de la Sapoara.
«Este es el mayor evento turístico de la capital bolivarense y además del espectáculo de la pesca también sirve de escenario a actividades comerciales, artesanales y culturales para adultos y niños, que atraen a miles de personas cada año», refirió.
La directora de la Unidad de Desarrollo Ambiental de la alcaldía de Ciudad Bolívar, María Nuñez, indicó que el Orinoco es un espacio donde viven especies de pescados en riesgo por la sobreexplotación comercial, así como también especies en peligro de extinción como los manatíes, toninas y la tortuga Arrau, que en muchas ocasiones mueren por ingerir bolsas de basura, botellas y otros elementos arrojados irresponsablemente por el hombre.
Apuntó que la alcaldía ha dispuesto gran cantidad de papeleras y contenedores para que los ciudadanos y visitantes arrojen allí la basura y facilitar su recolección y disposición final.