La historiadora venezolana Inés Quintero vende sus libros a granel y cree que ese éxito, se debe en parte, a que “la gente sigue preocupada y dispuesta a leer la historia”. La autora de títulos como La criolla principal, El fabricante de peinetas y El hijo de la panadera, ha vendido miles de ejemplares de sus obras.
Una de las publicaciones de Quintero más adquiridas por las lectoras y los lectores, es La criolla principal, cuyo éxito se debe a que trata sobre “un personaje fascinante. María Antonia Bolívar es difícil, complicada, problemática, intensa y eso la hace atractiva”.
La autora agregó que con La criolla principal, buena parte del público lector descubre o dirige su mirada a la hermana del Libertador, que además se encuentra con la sorpresa de una contradicción familiar: la mujer era monárquica y enemiga del proyecto republicano y de la Independencia. “Todo eso se suma para que la gente haya sentido, por una parte, curiosidad, interés, sorpresa y que se haya movilizado a leer el libro”.
El texto se publicó por primera vez en 2003 y, una docena de años después “no ha dejado de venderse, lo que da cuenta de (que ese texto) no prescribe, es una historia que no deja de tener interés, que la gente sigue preocupada y dispuesta a leer la historia”, opinó Quintero.
La primera edición de la obra se publicó con el sello de la Fundación Bigott y se vendieron unos 10.000 ejemplares. Luego el texto salió nuevamente al mercado con la editorial Santillana, con más de 3.000 copias vendidas y desde este año se encuentra en las librerías gracias a la editorial Alfa. “Este libro tiene tranquilamente 15.000 ejemplares impresos. Yo digo: que si así llueve, que no escampe, que siga”, acotó.
“Hay mucho interés, mucho ánimo por descubrir a este tipo de personajes”, como la hermana de Bolívar, insistió.
La autora recordó que otro de sus títulos, El fabricante de peinetas, es una suerte de continuación de La criolla principal, en la que cuenta la historia de María Antonia cuando ya era considerada una anciana, a los 57 años de edad, y tiene un amorío con un joven artesano. “Entiendo que a este libro le ha ido muy bien, que tiene más de 10.000 ejemplares vendidos”, apuntó Quintero.
Otra obra que fue recibida con gran aceptación por las lectoras y los lectores, señaló la historiadora, es El hijo de la panadera, que fue publicado el año pasado y ya tiene 8.000 ejemplares distribuidos.
“Es verdad que la gente se ha conectado con el relato histórico y con la autora”, celebró entre risas.
SOBRE EL LENGUAJE
Quintero, que participó ayer en un conversatorio a propósito de sus libros, reconoce que en sus obras hace un esfuerzo por “comunicar” los hechos históricos con base en un trabajo de investigación riguroso, mediante una forma narrativa que explora la amplitud literaria de la crónica.
Para Quintero, “hay que tratar de comunicar, que no significa simplificar sino elaborar un relato atractivo” y el resultado es que “la gente cree que está leyendo una novela”.