El exgeneral panameño Manuel Antonio Noriega está ingresado en el hospital público capitalino Santo Tomás, afectado por una infección respiratoria derivada de una bronquitis complicada peligrosa para su frágil salud.
El exhombre fuerte de Panamá, de 78 años de edad, cumple prisión en el país, donde aún tiene pendiente varios procesos judiciales que le pueden sumar otro medio siglo de prisión si fuese capaz de vivir 130 años.
Noriega cumplió más de una veintena de años de cárcel en Estados Unidos después de su secuestro durante la invasión militar norteamericana de 1989, y fue trasladado a Francia para purgar otra condena de siete años por lavado de dinero del narcotráfico.
Pero no llegó a cumplirlos, pues París accedió a la solicitud de extradición de Panamá para que cumpliera las condenas dictadas por la justicia nacional y enfrentar procesos judiciales pendientes desde presuntos asesinatos hasta daños al medio ambiente.
Sus abogados comenzaron desde diciembre de 2011 cuando regresó a Panamá, a intentar darle casa por cárcel argumentando que la ley panameña beneficia con esa medida a los reos mayores de 72 años de edad, además de su deteriorada salud.
Con este nuevo ingreso en el San Tomás, sus defensores han reactivado los trámites de solicitud para que sea beneficiado con el «depósito hospitalario» a fin de que cumpla condena internado en un centro médico, indicó su asesor legal Julio Berrío.
Eduardo Reyes, médico de cabecera de Noriega, confirmó que el exgeneral presenta un cuadro respiratorio agudo que estaba siendo tratado con antibióticos en la cárcel El Renacer, lo cual ameritó su internamiento en el nosocomio.