Cinco exmilitares ecuatorianos serán llevados mañana ante los tribunales, en el primer juicio por delitos de lesa humanidad que se celebra en el país suramericano, confirmó este domingo el fiscal general del Estado, Galo Chiriboga.
Según explicó el funcionario en rueda de prensa este domingo, el proceso que involucra a exgenerales, excoroneles y hasta un exministro del gobierno del presidente León Febres-Cordero (1984-1988) podría durar 13 días.
Chiriboga aclaró que no se trata de una venganza contra los procesados o las instituciones castrenses de ese entonces, sino de cumplir una tarea pendiente en Ecuador.
Los cinco acusados habrían pertenecido a la estructura de represión estatal con la que se gobernó durante el mandato de Febres-Cordero, quien falleció en diciembre de 2008, refirió el Ministerio Público en un comunicado.
En el llamado caso Vaca, Cajas, Jarrín, las tres víctimas fueron detenidas ilegalmente, violentadas sexualmente, torturadas y desaparecidas de forma forzada, conductas penales que de acuerdo con la Fiscalía configuran el delito de lesa humanidad porque son ordenados desde las altas esferas del poder y ejecutados por funcionarios estatales de las fuerzas del orden policial y militar con base en un plan previamente establecido.
Debido a su gravedad, son delitos que no prescriben, por lo que se les puede investigar y judicializar independientemente del tiempo transcurrido, agregó la institución.
La causa es investigada por la Dirección de la Comisión de la Verdad y Derechos Humanos de la Fiscalía, bajo la coordinación de Chiriboga, como parte de los 136 casos que la institución lleva en el tema de violaciones graves a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.
Según consta en el expediente del caso, Luis Vaca, Susana Cajas y Javier Jarrín, quienes integraron el grupo insurgente Alfaro Vive Carajo, fueron detenidos el 10 de noviembre de 1985 en la noroccidental ciudad de Esmeraldas por militares que les pidieron sus identificaciones.
Sin una orden judicial los llevaron al cuartel Batallón Montúfar y después al Batallón de Inteligencia Militar (BIM), ubicado en Conocoto, Pichincha, aunque las autoridades negaron el arresto de los tres ciudadanos.
Cajas y Jarrín estuvieron arrestados durante 15 días, tiempo durante el cual sufrieron torturas físicas, psicológicas y sexuales como la desnudez forzada y otras formas de violencia sexual que conllevó una humillación particular, adicionada al resto de los tratos inhumanos y degradantes proferidos por los captores.
Vaca continuó en situación de desaparición forzada durante tres años, y hasta eliminaron su registro de filiación del Registro Civil. Fue liberado a mediados de 1988.
En el juicio que demoró un año y medio en ser convocado, comparecerán 69 testigos y se presentarán más de 70 documentos, aunque tres de los cinco acusados están prófugos de la justicia.
De acuerdo con el diario local El Telégrafo, entre los fugitivos está el excomandante de Policía, Édgar V., quien reside en Estados Unidos, cuyo gobierno ha desestimado hasta ahora los pedidos de extradición presentados por Ecuador.
También se desconoce el paradero del exministro de Gobierno, Luis P., y del coronel Fernando R., que laboraba como médico de la unidad militar de Conocoto, donde las tres víctimas fueron torturadas.