Restauradores chinos comenzaron el trabajo de refuerzo y reparación de una pagoda de madera de 958 años de existencia ubicada en la provincia de Shanxi, considerada como la más alta y antigua del mundo, se informó este viernes.
Construida con soportes y cavidades, sin clavos, la torre de cinco pisos ha estado cerrada en sus tres niveles superiores durante años debido a sus malas condiciones por la erosión ocasionada al paso de los siglos.
Aunque el estado de la construcción ha preocupado durante más de dos décadas a los especialistas, que temían su colapso, solo este año la Administración Estatal de Patrimonio aprobó los fondos para acometer la obra.
El plan de reparación está diseñado desde 1989 y no se había llevado a vías de hecho por problemas de financiamiento, dificultades prácticas y preocupaciones sobre cómo las alteraciones durante su reparación incidirán en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Esta pagoda estuvo en 2012 en una lista tentativa de sitios que solicitarían a la Unesco el estatuto de Patrimonio Mundial, pero a las autoridades de Shanxi, en el norte de China, les preocupa que los arreglos puedan afectar su originalidad.
Con un presupuesto de 1.14 millones de dólares, los trabajos en este edificio de 67 metros de altura deberán concluir en 18 meses.