Este lunes|Inician trabajos para enderezar el Costa Concordia

La titánica operación de enderezamiento del crucero de lujo, iniciada este lunes frente a las costas de la isla italiana del Giglio, donde encalló hace 20 meses, se demorará más de lo previsto, según informaron los responsables del proyecto de rescate.

«No tenemos una cita, lo importante es que todo se desarrolle con seguridad, por lo que podría demorarse más de lo programado, 15 a 18 horas», explicó en una conferencia de prensa Sergio Girotto, responsable del proyecto por parte de la firma italiana Micoperi.

Según las imágenes que transmite el canal de noticias Sky, que sigue en directo la operación, el buque encallado desde el 13 de enero de 2012 frente a Isla de Giglio se ha movido cerca de un metro, claramente identificable por estar cubierto de musgo, de color verde oscuro.

La primera fase de la operación es considerada por los expertos como la más delicada, ya que el buque (alto como un edificio de 10 pisos) yace sobre un lecho rocoso.

«La fase crítica ya pasó», aseguró Massimo Luschi, ingeniero del observatorio de defensa del medio ambiente, quien considera que la embarcación se está enderezando hasta ahora sin dificultad.

«Calculamos que la operación durará doce horas», adelantó por su parte Sergio Girotto, responsable del proyecto por parte de la empresa italiana Micoperi.

Se trata de una operación de ingeniería sin precedentes en la historia. La operación de ‘parbuckling’, el término técnico con el que se conoce el sistema con el que se procederá a la rotación de 65 grados para que el barco vuelva a estar en posición vertical, se inició con algunas horas de retraso respecto a la prevista (04:00 GMT), debido a un fuerte temporal que se produjo durante la noche.

La expectación por la operación ha convocado a más de 500 periodistas procedentes de todo el mundo, para seguir en directo cómo la mole de 44.600 toneladas de peso, 290 metros de longitud y cerca 70 metros de altura volverá a ser reflotada.

La operación será realizada por la sociedad estadounidense Titan Salvage y la italiana Micoperi; ha costado 600 millones de euros a la naviera Costa Cruceros, y cerca de 500 personas trabajarán para devolver al barco a la posición vertical en cerca de 12 horas, si el tiempo lo permite.

El comisario extraordinario para la emergencia del Costa Concordia y jefe de la Protección Civil italiana, Franco Gabrielli, aseguró que todo saldrá bien y que la prioridad tras enderezar el crucero será la búsqueda de los dos cuerpos que aún no se han recuperado, la pasajera Maria Grazia Trecarichi y el miembro de la tripulación Russel Rebelli.

El crucero no se moverá de El Giglio hasta la primavera del año que viene, cuando comenzará su viaje final hasta un puerto cercano, en el que se procederá a su desguace.

ES LA PRIMERA VEZ QUE SE AFRONTA UN RETO DE ESTA MAGNITUD

Tras la finalización de la fase de estabilización del barco (a principios de noviembre del año pasado), se construyó una estructura, un falso fondo, formado por cajones y plataformas, sobre la que descansará el barco tras su fase de rotación para evitar su hundimiento.

En la operación de parbuckling, una especie de gatos tensarán por una parte los cables de acero unidos a la parte superior de los cajones y de las plataformas submarinas, que serán tirados hacia arriba, mientras que otros cables, conectados a las 13 torretas construidas a estribor, se utilizarán para dar al barco el equilibrio.

Una fase muy delicada, en la que las fuerzas tienen que compensarse para evitar roturas o deformar el casco.

Cuando el crucero se encuentre ya en posición vertical, se pasará a la fase siguiente con la instalación de 15 nuevos flotadores-estabilizadores, iguales a los ya instalados en la parte izquierda del casco, y que gracias a un sistema neumático, que vaciará el agua de forma gradual de su interior, dará el empuje suficiente para reflotar el barco.

Todo está listo, se han realizado numerosas pruebas para garantizar que toda la operación de rotación saldrá perfecta, aunque han surgido algunas dudas sobre el posible impacto medioambiental que tendrá el reflote debido a todos los residuos y líquidos que se acumulan aún en su interior.

Fuente/Infobae