Por Jesús Faría|Injerencia (Opinión)

La expulsión de funcionarios de la embajada gringa en días anteriores es el resultado de una decisión soberana de un Gobierno independiente.

Es el resultado directo de la agudización de las contradicciones existentes entre un proceso de liberación nacional, impulsado por las fuerzas populares, y las fuerzas intervencionistas del Gobierno estadounidense, que tratan de impedir que sepultemos definitivamente la dependencia y subordinación en la Patria Grande.

Esta situación no nos puede sorprender.

La injerencia de la embajada gringa en nuestros asuntos internos, fomentando la desestabilización, dictándole la pauta a la derecha local, financiando los grupos opositores, especialmente a los de naturaleza fascista, es el comportamiento recurrente del imperialismo estadounidense frente a nuestro Gobierno, desde el conquista del poder por parte del comandante Hugo Chávez y las fuerzas populares, y en todos aquellos países que se rebelaran a los dictados imperiales.

El siglo XXI latinoamericano ha exhibido esa constante. No hay un solo país que no haya sido víctima de alguna agresión imperial para torcer el rumbo decidido por sus pueblos.

Estos momentos cruciales que vive nuestra Revolución exigen de nosotros la máxima alerta y despliegue sobre la base de la unidad popular.

No podemos permitir que ningún tema coyuntural nos desvíe de la más amplia unidad de las fuerzas populares, democráticas y progresistas para la defensa de la Patria.

No fue por casualidad que el comandante Chávez planteó como nuestro principal objetivo histórico la conquista de la soberanía plena y, como condición para ello, la unidad.

jfaria11@yahoo.com