El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, ha anunciado este lunes un endurecimiento de las leyes antiterroristas; medida que permitirá a la Policía la revocación de pasaportes a sospechosos de terrorismo.
En su comparecencia ante la Cámara de los Comunes, el premier británico ha asegurado que su gobierno adoptará ciertas iniciativas para prohibir el regreso y la salida a los ciudadanos que supuestamente han operado o quieren operar en las filas de grupos terroristas en Siria e Irak.
En este sentido, ha cifrado en unos 500 el número de británicos que han ido a los dos países árabes a luchar en organizaciones terroristas, en particular, el grupo takfirí EIIL (Daesh en árabe).
Al parecer, uno de ellos aparece en el vídeo de decapitación del periodista estadounidense James Foley, de 40 años, en represalia por los ataques aéreos del Ejército de EE.UU. contra posiciones del EIIL en el norte de Irak.
En referencia al degollamiento del reportero norteamericano, ha deplorado que “al parecer» fue a manos de un «terrorista británico».
«Respetar los valores británicos no es optativo. Es un deber para todos aquellos que viven en estas islas, así que defenderemos nuestros valores, acabaremos derrotando a este extremismo y garantizaremos nuestro modo de vida a las generaciones venideras», ha precisado.
A continuación, ha manifestado su profunda inquietud respecto a la creciente actividad de los terroristas en Irak, pues extiende la matanza de los musulmanes, la esclavización y violación de mujeres.
La pasada semana, el Gobierno británico elevó a «severo» su nivel de alerta por la amenaza del terrorismo, lo que según autoridades estatales significa que un atentado es «altamente probable».
Con fecha anterior, Cameron al advertir sobre la propagación del terrorismo, consideró al EIIL como la amenaza más grande confrontada nunca por el país europeo.