Los demócratas en el Congreso estadounidense presionan para la formación de un comité especial encargado de estudiar las causas de la violencia armada con la esperanza de frenar ese flagelo en el país.
Una iniciativa en esa dirección fue presentada por la líder de la minoría Nancy Pelosi, de California, y el representante Mike Thompson, luego de la masacre ocurrida en una universidad en Roseburg, Oregon, donde un pistolero mató a nueve personas, e hirió a otros nueve, antes de suicidarse.
Luego de ese incidente el presidente Barack Obama manifestó su impotencia para enfrentar el problema y llamó a los estadounidenses a presionar a los legisladores para adoptar medidas que frenen la violencia por el uso de las armas.
Según manifestó Thompson en un comunicado ocurrieron cerca de 280 fusilamientos masivos desde Newtown y el Congreso no ha hecho nada, por lo que en su opinión un comité especial puede impulsar la adopción de medidas para cambiar la situación.
Los demócratas proponen crear una comisión bipartidista de 12 miembros, seis legisladores de cada partido, para investigar la violencia armada con un enfoque particular en los fusilamientos masivos, los defectos en el sistema de verificación de antecedentes y las sanciones por las compras irregulares, entre otros asuntos.
Según el diario digital The Hill, especializado en temas del Congreso, la medida no tiene ninguna posibilidad de pasar en un legislativo controlado por los republicanos que se oponen a leyes de armas más estrictas.
Sin embargo, agrega, sirve para resaltar las marcadas diferencias entre el enfoque de cada parte en la violencia armada en medio de una contienda electoral de alto riesgo en el que la reforma de las leyes de armas se convirtió en un tema central.
Los demócratas del Senado también presentaron esta semana su propio proyectos de ley de reforma sobre el uso de las arma, el cual incluye una extensión de los controles de antecedentes y una expansión de las prohibiciones a algunos compradores.
Por otra parte, Obama viajará mañana a Oregon (oeste) para reunirse en privado con las familias de las víctimas del tiroteo de la semana pasada, según anunció la Casa Blanca.
Al reaccionar ante el último hecho de violencia, el mandatario indicó que esto se ha convertido en una rutina y reclamó, como en otras ocasiones desde su llegada al poder en 2009, que se apruebe una ley más estricta en materia de posesión de armas de fuego.
Una encuesta mostró que el 92 por ciento de los estadounidenses apoya la verificación de antecedentes para todos los compradores, incluyendo los que compran en Internet y en las ferias de armas.
En abril de 2013, cuando el Senado consideró un proyecto de ley para hacer precisamente eso, la Asociación Nacional del Rifle amenazó a los senadores de perder su apoyo y ser blanco de ataques publicitarios.