Congresistas y activistas sociales|Denuncian desalojo de colombianos desplazados por conflicto armado

Congresistas, organizaciones humanitarias y activistas rechazaron este miércoles el desalojo de colombianos desplazados por el conflicto armado, quienes permanecían refugiados en el predio El Mirador, dentro de la caribeña localidad de Barranquilla.

Es inadmisible que mientras se habla de paz desalojen al campesinado perjudicado por la violencia, denunció el legislador Alberto Castilla en su cuenta en Twitter.

Desde esa red social Alirio Uribe, también parlamentario por la convergencia de izquierda Polo Democrático Alternativo, reprobó la medida ejecutada con la participación del Escuadrón Móvil Antidisturbios.

El Tamarindo, situado en las afueras de esa ciudad, acogió desde 1999 a familias obligadas a abandonar sus casas como resultado de la confrontación bélica, la mayoría de las cuales fueron expulsadas de esa zona en 2008 tras demandas de empresas locales.

A partir de entonces muchas de las víctimas de la conflagración decidieron permanecer hacinadas en El Mirador, última parcela que les quedaba dentro de ese predio.

La determinación de expulsarlos está sustentada en un reciente fallo que otorga los derechos sobre la tierra a la entidad Inversiones Agropecuarias Los Turpiales y ordenó a los ocupantes dejar de buena fe el sitio, donde permanecen desde hace más de 10 años.

Ante tal panorama la comunidad exigió a las autoridades competentes la confección de un plan de reubicación para los pobladores que cumpla con los requisitos constitucionales de seguridad, voluntariedad y dignidad, petición sin respuesta aún, precisó una declaración de Comisión Intereclesial Justicia y Paz.

Los residentes en Tamarindo tienen derecho a pasar Navidad y Año Nuevo en su casa, enfatizó Uribe en uno de sus más recientes Tweets tras advertir que destruyendo parcelas no habrá paz real en Colombia.

Defensores de derechos humanos y otros cibernautas publicaron imágenes del operativo desarrollado este miércoles y condenaron la decisión de desalojar a ese grupo de labriegos, victimizados en varias ocasiones y quienes desde hace más de una década buscan un lugar que puedan llamar hogar.

Sin cama, sin sillas, sin vivienda, sin lugar donde dormir esta noche, así quedan las familias, insistió Justicia y Paz.

De acuerdo con registros oficiales más de seis millones de colombianos salieron de sus lugares de origen de forma forzada o voluntaria, como consecuencia de la guerra interna.

Bogotá y naciones vecinas como Venezuela, Ecuador y Brasil constituyen los principales centros receptores de esos migrantes.

Texto/ Prensa Latina