El Congreso de EE.UU está listo para votar sobre una legislación que autoriza el inicio de una guerra mundial en contra de un enemigo invisible que puede residir en cualquier país que el gobierno norteamericano escoja.
La legislación autoriza al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a tomar acción militar unilateral en contra de todas las naciones, organizaciones y personas- tanto a nivel nacional como en el extranjero- que presuntamente se dedican en la actualidad (o en el pasado) a hostilidades.
De acuerdo con esta ley, también se podrán tomar represalias militares contra quienes han suministrado ayuda en apoyo a lo que la Casa Blanca considera hostilidades en contra de su país o de cualquiera de sus aliados en la coalición.
Asimismo, la legislación elimina el requisito de la aprobación del Congreso para el uso de la fuerza militar, y en cambio, da al presidente Obama la autoridad dictatorial y totalitaria para participar en cualquier acción militar, por un período indefinido de tiempo.
Incluso, confiere al Presidente la autoridad para lanzar ataques en contra de ciudadanos estadounidenses dentro del país, sin la supervisión del Congreso.