El presidente de Francia, François Hollande, expresó este martes ante la Asamblea General de la ONU su apoyo a la ampliación del Consejo de Seguridad y reiteró su retórica contra los gobiernos de Siria e Irán.
En la primera intervención en el organismo internacional tras su elección en mayo pasado, el mandatario manifestó la disposición de apoyar la incorporación de varios países como miembros permanentes del Consejo y mencionó entre ellos a Alemania, Japón, India y Brasil.
Durante su discurso, el jefe de Estado galo arremetió una vez más contra el gobierno de Siria encabezado por Bashar al Assad y reclamó a la comunidad mundial apoyar a los grupos opositores.
Hollande pidió a la ONU defender lo que denominó como zonas liberadas por la oposición armada y aseguró que Francia está dispuesta a reconocer un gobierno sirio de transición en cuanto éste sea formado.
El presidente galo atacó, asimismo, el programa nuclear de Irán, al cual calificó de un intento de proliferación de armas atómicas, a pesar de las constantes declaraciones de Teherán sobre el carácter pacífico de sus investigaciones en esta materia.
Tal y como se esperaba, Hollande se refirió a la ocupación del norte de Malí por grupos extremistas y recordó su disposición de apoyar las iniciativas que pongan en práctica los gobiernos de ese continente.
Recalcó que la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental tienen que tomar decisiones urgentes, en referencia a una posible acción militar en ese país.
Otro tema en su discurso fue el conflicto israelo-palestino respecto al cual pidió «negociaciones de confianza para arribar a la coexistencia de dos Estados», sin mencionar la lucha del pueblo palestino por el reconocimiento internacional de su soberanía.
El Presidente francés también habló de los retos de la ONU en materia de desarrollo económico, la lucha contra las desigualdades sociales y los efectos negativos del cambio climático.
Su país, dijo, está dispuesto a acoger la Conferencia sobre Medio Ambiente en 2015 y avalará la creación de una agencia sobre este tema.
Como ya lo había adelantado en la cumbre de Río+20, Hollande propuso la creación mundial de una tasa a las transacciones financieras con el objetivo de obtener los fondos necesarios para promover el desarrollo, enfrentar el cambio climático y las pandemias de sida y paludismo, entre otros males.
Francia ya aplica esa tasa, señaló, y está dispuesta a aportar 10% de su recaudación para contribuir a este fondo.
Finalmente, el mandatario reclamó un esfuerzo conjunto para enfrentar las amenazas a la estabilidad mundial generadas por el tráfico ilegal de drogas y armas.