El presidente de Ecuador, Rafael Correa, alertó este miércoles que el intento de golpe contra su Gobierno no ha terminado, por lo que llamó al pueblo de ese país a estar preparados para lo que viene porque la sublevación que intentó despojarlo del poder fue sólo una medición.
«Para nosotros el golpe no ha terminado, continuó, y lo del jueves, hay que tener cuidado, ha sido una medición, debemos prepararnos para el resto», dijo el mandatario ante los medios de comunicación internacionales en un rueda de prensa.
El jefe de Estado denunció que un nuevo atentado puede ocurrir en lo que le queda de gestión. Dijo que con subversivos como el grupo de policías que lo secuestró en un hospital «es imposible decir que en el futuro no se podrá esperar algún incidente».
«Va ser muy difícil en el futuro garantizar que una situación, tal vez no de esa magnitud, pero un atentado pueda ocurrir (…) habrá que detectar a esta gente, pero será muy difícil detectar a todos, y mientras exista esa gente en las filas policiales va a ser muy difícil que no haya un acto violento o un exceso policial en el futuro», alertó.
Correa acusó nuevamente al ex mandatario de ese país Lucio Gutiérrez, del intento de golpe de Estado contra su Gobierno ocurrido la semana pasada y durante el que fue secuestrado por un grupo de policías en un hospital de Quito.
«Claramente detrás de esto está Sociedad Patriótica y los Gutiérrez», denunció el mandatario tras sostener que son evidentes los «lazos políticos» con que actuó el grupo de la Policía Nacional que se alzó en contra la Ley de Servicios Públicos y que después intentaron derrocar al mandatario.
Ante el intento de golpe, Correa , quien estuvo acompañado por el Canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, y varios de sus ministros, expresó que «él no había llegado a la Presidencia para calentar un asiento sino para cambiar a un país a través de leyes que favorezcan a la mayoría».
Por otro lado, expresó que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama «no tuvo nada que ver» en la intentona, sin embargo, aseguró que en este tipo de acciones, los grupos de oposición ecuatorianos actúan bajo el financiamiento de organizaciones de extrema derecha de ese país norteamericano.
Correa dijo que no permitirá que acciones de ese tipo se repitan en su país mientras las investigaciones buscan ubicar a los responsables «sin límites y sin escrúpulos» quienes serán sancionados por sublevarse.