40 palestinos desplazados|Represión israelí deja un palestino muerto y 101 heridos

La represión israelí en los territorios palestinos ocupados de la Franja de Gaza y Cisjordania dejó en la anterior semana una persona muerta y 101 heridas, informó Naciones Unidas.

Según el reporte de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), del 8 al 14 de abril, las fuerzas de Tel Aviv provocaron además el desplazamiento de 40 palestinos, la mitad de ellos mujeres y niños, al demoler 15 viviendas.

En Cisjordania, una mujer de 44 años perdió la vida por la inhalación de gases lacrimógenos en el campo de refugiados Ayda, ubicado dos kilómetros al norte de Belén, donde otros 42 seres humanos, incluyendo 20 niños, resultaron lesionados durante protestas contra ocupantes que acosan la instalación.

También en la Ribera Occidental, militares israelíes causaron heridos en redadas y otras operaciones en Nablus, Jerusalén Oriental y Kafr Qaddum.

Según la OCHA, en la Franja de Gaza, territorio bloqueado por los sionistas desde 2006, continuaron los disparos contra personas en las inmediaciones del área de acceso restringido que las tropas de Tel Aviv establecieron alrededor de la cerca perimetral levantada.

Respecto a los nuevos desplazamientos forzados, la Oficina especializada de Naciones Unidas señaló en su reporte que la demolición de estructuras palestinas prosiguió en Cisjordania, en localidades de Hebrón y Jerusalén.

Además de los 40 seres humanos que perdieron su hogar, otros 34 sufrieron afectaciones por esa medida, contra la cual se han pronunciado expertos de la ONU.

En el período analizado por la OCHA en su reporte, continuaron los cierres de caminos por soldados israelíes y los maratónicos cortes eléctricos en Gaza, donde su única planta generadora enfrenta severas carencias de combustible.

De acuerdo con la Oficina, este año la represión ocupante ha dejado ya al menos 21 muertos y 725 heridos en Gaza y Cisjordania.

La hostilidad de Israel, traducida en una constante colonización y el uso de la fuerza, es considerada el mayor obstáculo para el avance hacia un acuerdo de paz que implique la solución de los dos Estados, con las fronteras anteriores a 1967, salida reclamada por la comunidad internacional.

Esa situación genera desde hace meses un enfriamiento en las conversaciones reanudadas el verano pasado.

Texto/PL