Esta semana inició la instalación de una nueva planta de tratamiento de residuo de hemodsiálisis en el hospital universitario Miguel Oraá de Guanare, dotada por el Ministerio del Poder Popular para la Salud, para garantizar un efectivo tratamiento a pacientes renales que ameritan de este procedimiento médico.
El equipo, que llegó al país durante el último trimestre de 2014, será probado en las próximas horas por el personal encargado de su instalación en el hospital portugueseño.
Esta máquina, es una planta de osmosis adquirida por el Gobierno Bolivariano a través del convenio de cooperación Alemania – Venezuela.
Beatriz García, coordinadora de enfermería de la unidad de Hemodiálisis del HUMO, explicó que este nuevo equipo, permitirá reactivar diez máquinas disponibles en el nosocomio para aplicar terapia a pacientes con falla renal aguda y crónica.
Indicó la funcionaria, que la planta de tratamiento de fluidos residuales es indispensable para este tipo de procedimiento médico, pues elimina el riesgo de contaminación que producen los desechos de la sangre extraída durante la hemodiálisis.
“Estas máquinas cumple la función de los riñones sanos: extraen los productos de desecho de la sangre como potasio, ácido y urea, además que quitan exceso de líquido en forma de orina. Los tratamientos de diálisis tienen que duplicar ambas funciones, eliminación de desechos y eliminación de líquido”, precisó García.
La unidad de Hemodiálisis del HUMO presta, junto a su par del hospital de Acarigua, un servicio vital para los pacientes renales, tanto de Portuguesa como estados vecinos.
Vale mencionar, que cuenta con una capacidad resolutiva de 10 camas y, diariamente, son atendidos diez pacientes crónicos, además de las emergencias referidas por los especialistas en nefrología.