Sobre la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) este 2 y 3 de diciembre en Caracas, el embajador de la República de Ecuador en Venezuela, Ramón Torres Galarza, resaltó que «esa posibilidad de integración de las virtudes que América Latina y el Caribe constituye, sin duda, un reto en la historia».
Durante el Programa Toda Venezuela, que transmite Venezolana de Televisión (VTV), Torres señaló que la Celac es la expresión firme de la voluntad de un pueblo, una nación y un continente, de ser, coexistir, pensar con cabeza propia, de dejar de ser eco para tener voz.
«En el momento en que la historia se demuestra la obsolescencia, la limitación que han tenido organismos como la OEA (Organización de Estados Americanos), no debemos pensar en contra de nadie, sino en favor de nosotros mismos, de los intereses, las necesidades y de los derechos de los pueblos de América Latina y el Caribe», dijo.
Acotó que la Celac será la expresión de una pluralidad, de reconocer en el otro, a pesar de lo distinto y lo ajeno, la posibilidad de que la región se constituya como un todo y pueda actuar con firmeza histórica.
«Este proceso es para todos un aprendizaje de cuán distintos e idénticos somos, y nos ha permitido construir un rompecabezas cuya fuerza en la historia nos va a dar posibilidades de encontrar cómo la pluralidad no es ya una amenaza, sino una oportunidad en la historia», agregó Torres Galarza.
Refirió que con el nuevo organismo regional se da la posibilidad de disputar con radicalidad pero también con racionalidad democrática, frente a posiciones distintas como la de potencias imperiales de Estados Unidos y países europeos.
«No podemos solazarnos frente a una crisis que un continente tiene a propósito de una dependencia de un capitalismo más salvaje que es el neoliberalismo», dijo.
ES NECESARIO SUPERAR VIEJOS INTERESES OLIGÁRQUICOS
Ramón Torres aseveró además que «para Ecuador es fundamental producir con y en la Celac un proceso de superación en la historia de viejas organizaciones que han representado intereses oligárquicos de sectores minoritarios y del capital financiero especulativo, ajenos a nuestra región».
Refirió que esa superación de organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA) tiene que darse en medio de un proceso como la Celac, que surge hoy como un espacio plural, democrático y abierto, en el cual se podrá debatir, confrontar y tener consensos sobre la causa común que es nuestra América Latina y el Caribe.
Resaltó la necesidad de implementar una nueva economía para la vid, además de las cifras de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y de inversión social en América Latina y el Caribe, son la evidencia plena de que «somos mucho más que un mercado, y estamos dispuestos a complementar nuestras economías con todo el planeta pero no en la lógica de la subordinación ni de la conquista».