Desde la tarde del pasado miércoles arribaron a la población de Santa Bárbara del Zulia varias comisiones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), para reforzar las labores de custodia de las instituciones del Estado en la zona.
A raíz de la quema de la oficina del Instituto Nacional de Tierras (INTI) en la ciudad zuliana -provocada el pasado 8 de enero por personas no identificadas- se han intensificado operaciones de inteligencia para garantizar la integridad de las personas y sus bienes.
En la carretera que une las poblaciones de Santa Bárbara del Zulia y El Vigía fue dispuestas numerosas alcabalas. En estos puntos de control fueron destacados efectivos especializados en el rastreo y detección de explosivos, quienes trabajan para prevenir posibles nuevos atentados.
Las camionetas de pasajeros son revisadas de manera exhaustiva, lo mismo que sus ocupantes y sus pertenencias. Los vehículos particulares también son objeto de requisa.
INTELIGENCIA ACTIVADA
Tal como lo ordenó el presidente Chávez el pasado domingo, tras la quema de la sede de regional del INTI, a la población de Santa Bárbara del Zulia han llegado efectivos de inteligencia quienes realizan trabajo encubierto en la región.
Su objetivo es determinar posibles focos de alteración del orden público. Además, procuran ubicar a los responsables del atentado terrorista del pasado fin de semana. Buscan indicios sobre la identidad de los autores materiales e intelectuales. Hasta el momento, las autoridades señalan que todo indica que se trata de personas vinculadas con la extrema derecha política del país en reacción contra la ocupación de los predios por parte del Estado.
REPUDIO GENERAL
Aníbal Espejo, director de la empresa socialista Marisela, repudió el ataque a la sede del INTI: “Los campesinos, trabajadores y obreros que están en el Sur del Lago, hoy después de tanto tiempo, se están levantando contra la oligarquía, la explotación, el miedo y el asesinato. Durante muchos años el trabajador de la tierra fue golpeado y vivió en un estado casi comparable con la esclavitud”, señaló, y enfatizó que “gracias a la intervención del gobierno revolucionario del comandante presidente Chávez Frías se está levantado la lucha contra el latifundio”.
Espejo no duda en afirmar que las acciones de rescate de tierras son un paso para “construir una verdadera sociedad incluyente, donde estas tierras sean manejadas junto al pueblo y los beneficios de la producción (leche, carne, queso y agricultura) vaya destinado al pueblo venezolano”.
El director de la empresa Marisela, cuyos integrantes se encuentran apostados en el predio Bolívar Bolivariana ubicada en la vía que conduce a la población de El Vigía, dijo que al llegar se encontraron con obreros maltratados, pobreza y hambre.
“Cuando llegamos al predio localizamos un alto nivel de explotación hacia el trabajador, una escuela a la que sólo acudía un pequeño grupo de niños, pues muchos estaban dedicados al trabajo reservado para hombres. A los pequeños que iban a los salones les golpeaban y los trabatan a los gritos. Además, justo en ese centro de estudios, funciona un centro electoral en el que siempre perdía el partido de gobierno (de izquierda) y de conversaciones con los trabajadores supimos que eso era así, porque los pocos que tenían cédula de identidad y estaban inscritos en el registro electoral permanente no los dejaban ejercer su derecho al voto. Los dueños de la hacienda cerraban el portón de acceso a la cuadra de los trabajadores para que estos no fueran a sufragar”, sentenció.
Espejo comentó que varias leyes eran violadas a diario, la de Protección al Niño, Niña y Adolescente y la del Derecho a la Mujer a una vida Libre de Violencia.
“A los trabajadores se les ordenaba limpiar el excremento de las reses sin usar guantes o herramientas de seguridad para su salud. Muchos caían enfermos y los patronos no se responsabilizaban. A las embarazadas no se les cumplía el reposo establecido por la ley y las obligan a laborar. Hay registros de un alto porcentaje de mortandad de recién nacidos. Aquí todas las personas eran denigradas a diario, en eso sí no había exclusión”, comentó.
Agregó que cuando los miembros de la empresa socialista llegaron al lugar, junto con los representantes de las diferentes misiones se toparon con una gente sin esperanzas y opacas ante el resto del mundo.
“Una de las medidas adoptadas al llegar fue la apertura de los espacios públicos, entre ellos la piscina. Desde el pasado 17 de diciembre la piscina, por ejemplo está abierta a todos. Los niños pueden bañarse todo el tiempo que deseen y disfrutar de su niñez”, relató. .
La empresa Marisela está compuesta por 600 trabajadores, de los cuales permanecen 40 en el predio de manera rotativa.
“Tenemos los llaneros de Marisela , procedentes del Hato La Fría uno de los principales hatos que nosotros administramos y que también cuenta con un historial de maltrato. Estos llaneros formaban parte de la planta de trabajadores de ese hato y toda vez que se hizo la ocupación por parte del Estado, ahora se dedican al rescate de otros predios. Son coordinadores de ganadería, pues cuentan con una vasta experiencia en esta materia. Están en la Hacienda Bolívar Bolivariana ayudando en el rescate y enseñando a sus similares” detalló Espejo.
También se ha llevado ayuda para atender la salud de las personas que habitan en el predio, según señaló: “Tenemos gente del Poder Popular, que se ocupan de la salud junto con Barrio Adentro para el diagnóstico y tratamiento de los trabajadores. Está la parte de alimentación (fue instalado un comedor). Están los integrantes de la milicia bolivariana, consejo comunal con sus diferentes comités, con la intención de integrar a los trabajadores en el proceso de producción” .