Las peores inundaciones de los últimos 50 años en Australia provocaron pérdidas estimadas en 20 mil millones de dólares, según informaciones oficiales.
Los mayores daños afectan seriamente a los estados del este como Queensland y Victoria, donde se mantienen los sistemas de alerta.
Aunque las lluvias han cesado en gran parte del enorme territorio, las aguas acumuladas arrasan poblados, destruyen vías de comunicación y mantienen aisladas a más de 40 localidades con miles de evacuados, reseñó un boletín de la agencia Prensa Latina.
Las últimas cifras conocidas ubican la cifra de muertos en 33, con una decena de desaparecidos y más de un millón de personas que han perdido sus hogares, además de miles de evacuados.
En los dos estados mencionados, la mayor afectación fue ubicada en los cultivos de verduras y vegetales, caña de azúcar y minas de carbón.
Fuerzas del ejército y miles de voluntarios continúan los trabajos de búsqueda y rescate, limpieza de escombros y suministros de víveres en condiciones difíciles ante la persistente amenaza de desbordamiento de los principales ríos.
En Brisbane, una ciudad de dos millones de habitantes y capital de Queensland, la subida de las aguas persiste y mantiene aisladas varias partes de la localidad.
Cálculos oficiales estiman que más del 25% del extenso territorio del este australiano está inundado y la recuperación parcial puede durar meses.
También indican que se requerirá al menos el 2% del presupuesto del presente año para solventar esta contingencia.