Fiscales de Brasil, Bolivia y Colombia se reunieron este miércoles en Santa Cruz para coordinar las investigaciones sobre el accidente aéreo ocurrido cerca de Medellín, donde fallecieron 71 personas, entre ellas integrantes del club brasileño de fútbol Chapecoense.
La aeronave CP-2933 de la pequeña empresa de vuelos chárter LaMia partió del aeropuerto boliviano de Viru Viru el 28 de noviembre y en horas de la noche de ese mismo día se estrelló antes de llegar a la terminal aérea de esa ciudad colombiana.
El trabajo investigativo de la comisión trinacional está encabezado por Colombia debido a que en ese país se produjo el accidente, manifestó el fiscal general del Estado boliviano, Ramiro Guerrero.
En la reunión participaron, además, dos fiscales colombianos provenientes de Antioquia y dos de Brasil, entre ellos uno de la localidad de Chapeco.
De acuerdo con Guerrero, el objetivo de la investigación es llegar a la verdad de los hechos.
Las autoridades bolivianas detuvieron al gerente general de la aerolínea, Gustavo Vargas, por presunto incumplimiento de deberes, tráfico de influencias, homicidio y lesiones graves.
Esta investigación será ampliada al copropietario de la empresa, Marco Rocha.
El otro titular de la compañía, Miguel Quiroga, era el piloto que perdió la vida al estrellarse el avión.
Sobre Quiroga pesa la responsabilidad de no haber previsto el abastecimiento de combustible en función de la autonomía de vuelo de su aeronave.
Cecilia Castedo, la funcionaria que permitió la salida del avión, solicitó asilo en Brasil tras ser investigada por incumplimiento de deberes.
El accidente ocurrió en Cerro Gordo, del departamento de Antioquia, y entre las hipótesis que se manejan como causa del desastre figuran la falta de combustible y las condiciones climatológicas.
Las dos cajas negras del avión fueron enviadas a Europa para su análisis.