De acuerdo a un estudio de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, la mayoría de las letras que acompañan este pegajoso ritmo contribuye a formar mujeres con baja autoestima, trastornos de alimentación, depresión o problemas con el abuso de sustancias, y hombres que ven a sus compañeras como meros objetos sexuales y de comportamientos agresivos dentro del plano sexual
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Investigadores de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, desarrollaron un estudio que relaciona el reguetón con comportamientos de agresividad sexual, problemas alimentarios, falta de autoestima, consumo de sustancias y depresión en los jóvenes.
El estudio reseñado por el portal web comunidad-biologica.com explica que no todas, pero sí en su mayoría, las composiciones de reguetón contienen letras soeces, ofensivas y misóginas que puede formar mujeres con baja autoestima, trastornos de alimentación, depresión o problemas con el abuso de sustancias. Los hombres, por su parte, aprenden a ver a sus compañeras como meros objetos sexuales, provocando comportamientos agresivos dentro del plano sexual.
Estos mensajes negativos, dice el análisis, tienen especial impacto en adolescentes y jóvenes, el grupo social más vulnerable frente a este tipo de música, ya que en esta etapa vital es frecuente dejarse llevar por los estímulos externos repetitivos, mientras que se desautoriza y se planta cara a las figuras de poder, como los padres y los profesores.
OÍDOS PEQUEÑOS EN PELIGRO
Por otra parte, de acuerdo a la psicóloga mexicana Daniela Muñoz, entre los 5 y los 12 años de edad las personas no están preparadas para entender cierto tipo de frases ni contextos que, además, afectan de forma negativa a su desarrollo cognitivo.
La reseña de la investigación advierte que las canciones hipersexualizadas no están escritas, evidentemente, para un público infantil. Sin embargo, ellos las escuchan a diario, y sí, como tienen ritmo y son fáciles de recordar, las terminan cantando.
“Pero… ¿por qué resultan tan dañinas estas canciones para ellos? (no todas, obviamente, no se trata de generalizar). Porque estas canciones necesitan de un desarrollo cognitivo adulto para poder entenderlas, desarrollo que los niños aún no alcanzaron. De hecho, intentar hacer entender a un niño este tipo de canciones, lo único que hace es destrozar su ritmo natural de desarrollo cognitivo”, responde el texto.
ANTIVALORES CON PENTAGRAMA
La etapa que va de los 6 a los 12 años es muy importante en cuanto a la asimilación de valores y patrones sociales, y cuando el reguetón interviene en ese proceso “el daño que les puede causar es mayor del que imaginamos”, porque, generalmente, el tipo de valores y patrones que se trasmiten por esta vía sostienen que el éxito se basa en el aspecto físico; las mujeres son “juguetes” de los hombres, si tienes más dinero y más bienes materiales eres más feliz; dominar a los demás te hace poderoso e importante, etcétera.
Hasta los 12 años, insistió Muñoz, los niños no están preparados para asimilar los mensajes que les llegan a través del reguetón, y escucharlas con frecuencia antes puede tener estas consecuencias, como hacerlos padecer de angustia, ya que la mayoría de canciones de este género presentan unos modelos de sociedad inalcanzables, lo que a la larga provoca ansiedad y frustración.
Esta música también puede producir confusión en la escala de valores. Muchas de las canciones de reguetón son violentas y sexistas. Los valores que transmiten son totalmente opuestos a los de una sociedad tolerante, igualitaria y respetuosa.
HIPERSEXUALIZACIÓN Y OTROS DEMONIOS
La hipersexualización es otro antivalor contenido en el reguetón. Evidentemente no todas, pero hay que reconocer que en la mayoría de estas letras la mujer no es que se encuentre en el mejor lugar. En muchas de estas canciones se incita a la mujer a hipersexualizarse como su valor más fuerte.
Problemas de autoestima. La confusión de valores crea en los niños problemas de autoestima. No saber cuál es el camino correcto solo provoca confusión y ansiedad.
Otro mal es el desarrollo precoz. En la medida en que los niños no están preparados para asimilar este tipo de mensajes, les incitan en cierta manera a “correr”, a intentar acelerar su desarrollo para poder comprender estas canciones. Se rompe de esta forma el ritmo natural en su desarrollo cognitivo.