La Fiscalía francesa anunció este viernes la apertura de una investigación judicial sobre el escándalo Bygmalion, que sacude a la Unión por un Movimiento Popular (UMP) por presunto financiamiento ilegal de la campaña del expresidente Nicolás Sarkozy (2007-2012).
Según un comunicado del procurador de París, François Molins, el expediente fue abierto por los cargos de falsificación, abuso de confianza, fraude y encubrimiento de delitos.
Tres jueces financieros fueron designados para este caso, entre ellos Serge Tournaire y Renaud van Ruymbeke, y las investigaciones se centrarán en 2012.
El escándalo Bygmalion estalló en mayo pasado, tras las revelaciones de que esa empresa emitió facturas por más de 10 millones de euros imputadas a las convenciones de la UMP, cuando en realidad el dinero había sido empleado para mítines de Sarkozy, quien aspiraba a un segundo mandato en 2012.
La manipulación estaba dirigida a encubrir la violación del límite legal de gastos en esa contienda, donde a la postre el entonces mandatario fue derrotado por Francois Hollande
Según reveló el sitio de internet Mediapart, la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción tiene en sus manos una memoria USB donde en un archivo se guardaban los costos oficiales declarados a la comisión de cuentas y en otro se apuntaba la contabilidad secreta.
A menudo los precios reales de cada mitin eran tres, cuatro y hasta siete veces superiores a lo reportado, aseguró Mediapart.
Abogados de Bygmalion reconocieron haber emitido las falsas facturas a petición del equipo de campaña de Sarkozy.
El escándalo provocó la renuncia del entonces secretario nacional de la UMP, Jean-Francois Copé, quien -según las denuncias- benefició a los fundadores de Bygmalion con los contratos millonarios sin pasar por los normales procesos de licitación.
Por este hecho también se vio obligado a dimitir el vicepresidente de ese partido, Guillaume Peltier.
Tras perder los comicios presidenciales en 2012, la UMP se encuentra inmersa en una serie de pugnas y divisiones internas que además provocaron su debacle en las elecciones del Parlamento Europeo.
En esa contienda, el principal partido de oposición perdió un tercio de sus eurodiputados y pasó al segundo lugar, por detrás del ultraderechista Frente Nacional.