Irán demostró al mundo que es posible desarrollarse sin EEUU ni Europa

En 40 años de la Revolución Islámica, esta nación logró el milagro de transformarse en una potencia y satisfacer las necesidades de su pueblo a pesar del bloqueo y las sanciones del imperialismo estadounidense, dijo el embajador Hojjatollah Soltani en conferencia dictada en la Casa de la Historia Insurgente. Venezuela, con la ayuda de sus aliados, puede desarrollarse a corto plazo

________________________________________________________

A 40 años de la Revolución Islámica de Irán, este país del Medio Oriente pasó de ser una nación atrasada, dependiente, con una monarquía plegada y postrada a los intereses estadounidense, a convertirse en una potencia que ha logrado revertir las carencias de sus pueblos y alcanzar en todos los espacios un alto grado de desarrollo. ¿Cómo lo logró? Esa pregunta se la hizo y la respondió Hojjatollah Soltani, embajador iraní en Venezuela, al disertar en la Casa de la Historia Insurgente sobre los 40 años de la revolución que el 11 de febrero de 1979 derrocó a la dinastía Pahleví bajo el sha Mohammad Reza Pahleví, que contaba con el apoyo de Estados Unidos y el Reino Unido. Reza Pahleví fue el último monarca persa.

El líder la revolución fue el ayatolá Jomeini, quien se encontraba en el exilio; fue apoyado por varias organizaciones de izquierda e islámicas y por los movimiento estudiantiles.

Desde los comienzos de su revolución, Irán se convirtió en un país acosado, asediado, sancionado por Estados Unidos, sin embargo, a lo largo de estos años ha logrado ubicarse en los primeros lugares en varias áreas, entre ellas nanotecnología, defensa, producción de alimentos, medicina, energía, a pesar de los 40 años de bloqueo y sanciones impuestas por Estados Unidos.

El embajador Hojjatollah Soltani, presentando por Alexander Torres Iriarte, presidente del Centro Nacional de Estudios Históricos, expuso que la clave del éxito iraní consistió en cortar toda esperanza de que Occidente contribuiría a su desarrollo y transferiría tecnología de una forma solidaria.

El conversatorio en la sede de la casa de la Historia Insurgente fue moderado por el historiador Manuel Carrero.

“La pregunta, hermanos”, señaló el diplomático, “es ¿cómo Irán logró ese desarrollo? La respuesta es cortar nuestra esperanza con respecto a Occidente. Pensando que ellos no nos van a dar tecnología, que nosotros mismos, confiando en nuestro talento, en los jóvenes, tenemos que avanzar. Avanzamos. Ahora las presiones de Estados Unidos no son por nuestra capacidad militar. La culpa de Irán es que demostró al mundo que sin depender de los gringos, de Occidente, una nación puede desarrollarse, puede avanzar, sin estar pendiente del Fondo Monetario Internacional. Sin aplicar políticas capitalistas un pueblo puede avanzar. La culpa de Irán es eso”.

Soltaní, quien hizo un esbozo de la realidad iraní antes de la Revolución Islámica, expresó que usaría las matemáticas, los índices, para ilustrar la realidad de los dos modelos y el contraste entre aquel país monárquico, dominado por intereses transnacionales, y el cuadro y resultado que tras 40 años puede mostrar los logros de una evolución que pone al ser humano en el centro de sus prioridades.

“Todos estamos de acuerdo en que dos y dos son cuatro”, señaló para validar la certeza de las matemáticas.

Explicó que antes de 1979 habían transcurrido unos 30 años de luchas populares. En 1953 se produjo un golpe de Estado contra el primer ministro Mosaddeq, quien había nacionalizado el petróleo dos años antes. El golpe fue orquestado por el Reino Unido y Estados Unidos. En los años siguientes, dijo Soltani, el pueblo fue sometido por un ejercito entrenado por los gringos. Hubo miles de muertos y mártires. Otros miles fueron torturados y desaparecidos.

Cuando ocurre el levantamiento popular que derroca a Pahleví, Irán tenía unos 36 millones de habitantes y producía unos seis millones de barriles diario de petróleo. El dinero de esta riqueza estaba depositado en bancos estadounidenses; el presupuesto se gastaba en equipamiento militar, pero no se le permitía a los iraníes ocuparse de la reparación ni del mantenimiento del parque.

“En aquel tiempo en Irán estaban diez mil asesores gringos, que cobraban miles de dólares. El piloto iraní solo fue entrenado para volar el avión. Ni los técnicos, ni el piloto tenían el derecho de tocar la aeronave. Era el técnico gringo el que tenía la responsabilidad de reponer los repuestos. Mientras, el pueblo iraní carecía de servicio de salud, de energía eléctrica. Los gringos cobraban millones de dólares saqueando nuestras riquezas”, sentenció el embajador.

Todos contra Irán

El embajador Soltani relató que el pueblo iraní, el persa, acumula una historia de casi diez mil años. En 1979 el pueblo carecía de participación política y estaba bajo dominio de Estados Unidos

“En aquel tiempo el régimen del Sha firmó un convenio en el que si un gringo cometía cualquier crimen o delito en Irán, los tribunales no tenían el derecho a enjuiciarlo ni preguntarle por qué lo hizo. Un sargento gringo tenía mayor rango que los generales iraníes. O sea, nuestra dignidad fue vendida a los gringos. En esa situación apreció el líder supremo de la revolución Iraní, ayatolla Jomeini, y dijo, ya basta, el pueblo no pude soportar esas injusticia, esa desigualdad que existe. La riqueza del país estaba en manos de unas 300 personas en total, todas familias del Rey. El 11 de febrero de 1979, con la revolución, expulsamos a los gringos, sacamos al monarca. Unos meses después, los gringos intentaron un golpe de Estado a través de algunos generales traidores que quedaban en las fuerzas armadas. Ese golpe fracasó. Unos meses después cerramos la Embajada de Estados Unidos en Irán, y desde aquel tiempo, hace 40 años, dormimos tranquilamente porque sabíamos que mañana no hay golpe de Estado en Irán porque sabemos que no hay Embajada de Estados Unidos” .

Agregó el diplomático que al año del triunfo de la revolución le impusieron la guerra contra Irak que duró ocho años y fue la más larga del siglo XX. A Sadam Hussein, en Irak, lo apoyaron más de 40 países con armamentos y bombas tóxicas y naciones árabes le dieron unos cien mil millones de dólares. Para colmo, Irán se vio atacado por grupos terroristas.

“Desde hace 40 años tenemos sanciones, todas las que se pueden imaginar: en la compra de medicinas hay sanciones, alimentos, sanciones. Incluso, hace una semana Estados Unidos anunció que ya impusieron sanciones en la parte de infraestructura. Si quieres construir un hospital y necesitas cemento, acero, no te dejan vender. Las empresas iraníes, las autoridades, están bajo sanciones”, dijo.

Soltaní se preguntó si en este panorama, tras 40 años de acoso, de bloqueos, Irán está mejor o peor que antes. De inmediato suministro las estadísticas y cifras sobre lo que era Irán antes de la revolución y

la situación actual en un país de 85 millones de habitantes, el doble de hace 40 años, y 2,5 millones de barriles diarios de petróleo, es decir, menos de la mitad.

Logros

Explicó el embajador que antes de la Revolución Islámica, apenas tres mil pueblos tenían acceso a la energía eléctrica. Ahora mas de 58 mil pueblos cuentan con el servicio, es decir, casi 99 por ciento tiene acceso a la energía eléctrica estable, casi 20 veces más que antes.

En cuanto a teléfonos, 312 pueblos contaban con el servicio antes de la revolución. Hoy 53 mil pueblos disponen de servicio de telecomunicaciones.

En vías de comunicación, solo 20 por ciento de los pueblos contaban con acceso; hoy, 90 por ciento de ciudades, pueblos, caseríos cuentan con arterias viales.

En agua potable, 90 por ciento de los pueblos disponen del vital líquido, en contraste con solo 11 por ciento del pasado.

El cien por ciento de las ciudades cuentan con gas por tuberías, mientras que diez mil pueblos tienen acceso a gas natural.

En cuanto a la producción agrícola, hace 40 años se producían 20 millones de toneladas, hoy cien millones.

La industria petrolera apenas contaba con autonomía para fabricar cuatro por ciento de las partes. Hoy Irán produce 80 por ciento de sus requerimientos en materia petrolera, petroquímica y de gas, a pesar que desde hace 40 años la industria petrolera está bajo sanciones.

“Las empresas petroleras no pueden invertir en Irán, ni las transnacionales nos pueden vender tecnología. Lo hicimos con nuestro propio esfuerzo. En la industria petroquímica la capacidad de producción era de cuatro millones de toneladas al año, hoy día es 38 millones de toneladas de productos petroquímicos y casi la mitad lo exportamos. En la industria del cemento, antes se producían seis millones de toneladas de cemento, hoy producimos 70 millones de toneladas. Exportamos 20 millones de toneladas. Somos el séptimo productor de cemento en el mundo y el primer exportador”, aseveró.

En el área de medicinas, Irán producía menos del 10 por ciento de los medicamentos y equipos médicos, hoy se autoabastece y produce 98 por ciento.

“En muchas áreas, Iran hoy se ubica entre los primeros países del mundo, por ejemplo en nanotecnología, que por la importancia que tiene se llama tecnología del futuro de la humanidad. Hoy día nos ubicamos en el cuarto lugar del mundo. Sobre nosotros están China, Estados Unidos, India, después Irán. Toda Europa, América Latina, Asia, están debajo de Irán. En la producción de medicamentos en base a nanotecnología estamos entre los primeros siete países del mundo. En la producción de energía eléctrica, nos ubicamos entre los primeros 14 en capacidad de producción. En termoelétrico estamos entre los nueve primeros. En células madres, que es una tecnología muy avanzada, nos ubicamos entre los primeros cuatro del mundo”, agregó.

Para Hojjatollah Soltani, en el sistema capitalista se busca acumular riquezas en desmedro de los pueblos que pasan a un segundo plano, mientras que en el pensamiento iraní y la revolución venezolana

lo importante es el ser humano, que es el verdadero capital de un país.

“La riqueza deben ponerla al servicio del pueblo y no llevarla a los bancos de Occidente. La culpa de Irán es eso. El problema de ellos con Irán es el tipo de pensamiento que cree en la autoconfianza de los pueblos, que cree en el derecho a la autodeterminación de los pueblos”, dijo.

En cuanto a Venezuela, consideró que posee enormes potencialidades de desarrollarse a corto plazo ya que cuenta con aliados como la propia Irán, China, Rusia, Cuba.

“Venezuela tiene un pueblo culto, la riqueza necesaria, la voluntad y los aliados que la pueden ayudar. Nosotros estamos dispuestos a transferir todo nuestro conocimiento y tecnología. Podemos ayudar a acortar el proceso de aprendizaje”, señaló.

T/ Manuel Abrizo
F/ Jonathan Manzano
Caracas