El vicecanciller iraní para Asuntos Árabes y Africanos, Husein Yaberi Ansari, hizo estas afirmaciones el jueves en una reunión en Beirut, capital de El Líbano, con el primer ministro libanés, Saad Hariri.
“La solución a las crisis de la región no es militar. No solo la guerra no conduce a solucionar los problemas, sino que resultará, a causa de la competición, en la erosión de los países de la región, una situación que no tiene ningún ganador más que el régimen sionista (de Israel)”, destacó el funcionario iraní.
Hablando ante los periodistas tras la reunión, Ansari dijo que la cura para los enfrentamientos existentes entre los movimientos políticos de la región radica en un “diálogo serio”.
A continuación, Ansari calificó de “muy favorables y constructivas” las conversaciones con Hariri, añadiendo que en la reunión se discutieron las cuestiones de la región, así como la expansión de los vínculos entre Teherán y Beirut.
El funcionario iraní también elogió el papel positivo de El Líbano en la región, así como su “resistencia efectiva y activa contra la ocupación y el expansionismo del régimen sionista” durante las últimas dos décadas.
Por su parte, Hariri declaró que las soluciones políticas necesitan la participación de las distintas fracciones nacionales y el reconocimiento de sus puntos de vista.
“Si no fuera por la empatía y el entendimiento entre los movimientos políticos de El Líbano, no estaríamos asistiendo al acuerdo firmado entre ellos y la elección de Michel Aoun como presidente, la formación de un Gobierno y la introducción de los ministros”, aseveró.
El Parlamento libanés eligió el octubre a Aoun como presidente del país, poniendo así fin a un vacío de dos años en el máximo cargo del Estado libanés.
Hariri anunció el domingo su nuevo Gabinete, semanas después de que el nuevo presidente le encargara formar Gobierno.