A pesar de que el Gobierno de Irán ha demostrado que el objetivo de su programa nuclear es generar energía para uso civil y pacífico, Estados Unidos insiste en acusar al gobierno iraní de desarrollar este proyecto con fines militares, y lo vincula con la crisis de Siria.
El legislador iraní, Mansur Haqiqatpur, rechazó las declaraciones del senador estadounidense John McCain sobre la presencia de un vínculo entre el programa de energía nuclear de Teherán y la crisis de Siria.
“El Gobierno y pueblo iraníes no temen a las reclamaciones sin fundamento y observaciones de Occidente, especialmente de Estados Unidos, y adquirir y desarrollar energía nuclear con fines pacíficos es un derecho legítimo del pueblo persa y no depende de las decisiones de los funcionarios de Waschington”, sostuvo Haqiqatpur, vicepresidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior de la Asamblea Consultiva de Irán.
El pasado 1 de julio, McCain señaló que armar a los rebeldes sirios ayudaría a evitar que Irán avanzara en cuando a sus ambiciones relacionadas a las armas nucleares, y que contribuiría a disuadir a Irán de continuar el programa de energía nuclear que desarrolla.
McCain cuestionó si preferirían “que algunas de esas armas caigan quizás en manos de la gente equivocada o que (el presidente de Siria) Bashar al-Assad siga en el poder y luego anime a Irán a continuar con sus ambiciones en torno a las armas nucleares”.
John McCain ha defendido en reiteradas ocasiones la ayuda militar de Estados Unidos a los rebeldes sirios, así como una mayor intervención de su país en el conflicto de Siria. En ese contexto, Haqiqatpur insistió en que la resolución nuclear no está relacionada a la masacre del pueblo sirio por parte de grupos extremistas y terroristas.
Irán desarrolla un programa de energía nuclear con fines pacíficos. La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha certificado que el objetivo del programa nuclear es generar energía de uso civil y pacífico. Sin embargo, Estados Unidos y algunos aliados, como Israel, insisten en acusar al gobierno iraní de mantener un programa de energía nuclear con fines militares.
“El suministro de armas y equipos militares a los terroristas en Siria es una violación flagrante de los derechos humanos y el apoyo a este movimiento pone de manifiesto la falta de compromiso de Washington con el concepto de los derechos humanos, y el derecho internacional”, indicó el parlamentista persa.
La crisis en Siria tiene lugar desde el año 2011, a través de la acción de grupos armados que buscan derrocar al Gobierno de Bashar Al Assad, además del apoyo de algunos países occidentales como Estados Unidos. La Organización de Naciones Unidas (ONU), ha informado que desde marzo de 2011, más de 90 mil personas han muerto a causa de los ataques terroristas.