La ministra aseguró que propondrá a la Asamblea Nacional Constituyente que todos los corruptos que se han ido al exterior y atentan contra su patria sean despojados de la nacionalidad y confiscados sus bienes
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A Iris Varela le encantaría que las autoridades panameñas publiquen la lista de venezolanos que tengan negocios e inversiones en ese país, para saber quiénes son, sean o no chavistas. El lunes pasado lanzó una carta pública “al pueblo panameño y sus autoridades”, que a su vez extiende a todos los pueblos del mundo, para que den a conocer los “listados con identificación completa y sustentados con los títulos que así lo acrediten, de todo los bienes, títulos, valores,bienes raíces, registros mercantiles, cuentas bancarias, entre otros que se encuentren en suelo panameño”.
Este martes, la titular del Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, reiteró su petición como venezolana.
“Como venezolana lo pido. Me siento afectada por los tránsfugas que se han robado los dineros de la nación. Y cuando por allá a un ladrón lo sacan a patadas, yo me siento feliz. Pero deben agarrarlo, ponerlo preso y repatriar los recursos que son del pueblo venezolano”.
Sin embargo, Varela piensa que las autoridades panameñas jamás se atreverán a dar semejante paso, por un lado, ya que no hay nadie más descalificado para hablar de corrupción que las autoridades de ese país, y por otro, porque está segura que ciento por ciento de los integrantes del listado, con negocios e inversiones en ese país, pertenecen a la oposición venezolana.
En la carta del lunes, Varela apunta que “dado el honor de aparecer en un listado publicado por las autoridades panameñas, cuyo origen es por sanciones (que no sé para qué sirven en mi caso), que me ha aplicado el Gobierno de los EEUU, donde se me señala de delitos que no he cometido, me permito exhortar a las autoridades a que sin miramientos de afectos ni tendencias políticas ni mucho menos intereses marcados por las relaciones interestatales que a veces ponen a algunos países en minusvalía cuando se impone el poderío comercial o belicista, hagan del conocimiento público… los listados”.
Expresa Iris Varela que Panamá es un país en el que se han venido levantando edificaciones y hecho negocios con dinero proveniente de la corrupción. Menciona el caso del megaescándalo del llamado “Panamá Papers” en el que se filtraron más de 11 millones de documentos de la firma panameña de abogados “Mossack Fonseca”, asociada a lavado de dinero producto de la corrupción. Allí aparecen desde Mauricio Macri, presidente argentino, deportistas, y hasta el rey de España. Incluso figuran venezolanos, entre los que se señala a Julio Borges.
Refiere que muchos de estos venezolanos repudiados por el pueblo panameño, son parte de los guarimberos que intentaron sacar a Nicolás Maduro por medios violentos, y luego se fueron a varios países suramericanos
“Dije una cosa en un programa de televisión y lo sostengo, por mí que se vayan y no vuelvan más nunca. ¡Más nunca! Yo feliz de que esa gente no regrese más al país”, considera.
A Iris Varela la causa repudio que las autoridades y Gobierno panameño acojan a los corruptos que llegan allá y luego salgan dando lecciones de pulcritud. Cita el caso del diputado Germán Ferrer, a quien señala como el concubino de Luisa Ortega Díaz. Él y su mujer montaron una red de corrupción y chantaje y ahora andan por el mundo gastando el dinero robado .
“Entonces hay un inversionista extranjero que robó a su pueblo y llegó a Panamá, como ese Ferrer, concubino de Luisa Ortega Díaz, que salió supuestamente del país con una camisita blanca pero viaja en vuelos charter ¿Quién le costea el viaje por el mundo a Luisa Ortega Díaz? Hay que saberlo. Sabemos dónde los tiene porque Diosdado Cabello las mostró en Con el Mazo Dando. Eso fue lo que aligeró la huida de esa señora. Y por allá a cualquier corrupto que salga del país, le dan un manto de impunidad con tal lo puedan utilizar de instrumento contra su propia patria. Si esa gente no ha de regresar al país a enfrentar la justicia y no van a devolver el dinero, yo exijo que a esa gente se le elimine la nacionalidad venezolana. Y todos sus bienes deben ser confiscados. La constituyente puede hacer eso. Es una de las propuestas que en lo particular tengo para la ANC”, dice.
Confiesa la ministra que lo único que ha comprado en el extranjero lo hizo en Cúcuta como toda tachirense que de cuando en cuando viajaba a la ciudad fronteriza colombiana. Todavía conserva un microondas con tostadora. Luego como ministra viajó a China y a Ginebra. Como diputada de la Asamblea Nacional estuvo 72 horas en Estados Unidos como vicepresidenta de la Confederación Parlamentaria de las Américas.
“De los países del mundo yo no viviría en Estados Unidos. Ni me gusta, ni tengo visa ni la quiero”, afirma.
