Las Islas Galápagos, en el Pacífico ecuatoriano, son este lunes el mejor destino verde (natural) en Suramérica, según los premios World Travel Awards (WTA) 2012 otorgados en el ámbito turístico.
Este galardón celebra desde hace 19 años la excelencia en todos los sectores de la llamada industria sin chimeneas.
La belleza de las islas, la diversidad y singularidad de especies que alberga, su origen volcánico, su dinámica geológica con permanentes cambios y variedad de formaciones, la convierten en un laboratorio vivo de procesos evolutivos, que estudiados allí por el naturalista inglés Charles Darwin.
A sus atractivos naturales se suman los esfuerzos de las autoridades para conservar en su entorno el desarrollo de un gran número de especies tanto animales como vegetales que no existen en ningún otro lugar del mundo.
Recientemente murió en este territorio ultramarino la tortuga conocida por el solitario George, el último sobre el planeta de la especie Chelonoides Abingdoni.
Otras diez especies de tortugas gigantes de las Islas Galápagos reciben también protección del Parque Nacional existente en esa región insular, a fin de garantizar su conservación.
Para la reproducción de estos ejemplares se han establecido centros de crianza en las Islas Santa Cruz, Santa Isabela y San Cristóbal, con lo cual se descarta el peligro de extinción de este espécimen.
Con ese objetivo fueron eliminados los ejemplares salvajes que atacaban a los galápagos en este archipiélago, habitado por unos 40 mil ejemplares.
La Unesco declaró a las Islas Galápagos como Patrimonio Natural de la Humanidad en 1979 y, seis años más tarde, como Reserva de la Biosfera (1985), lo cual ha propiciado un creciente interés a nivel internacional por este archipiélago.
En el 2007 la Unesco declaró este enclave natural como Patrimonio de la Humanidad en riesgo medioambiental y lo incluyó en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro.
El ministro de Turismo de Ecuador, Freddy Ehlers, propuso limitar la población en las Galápagos para conservar su ecosistema único.
Los residentes en estas ínsulas de Ecuador se incrementaron de mil 300 en 1950 a 25 mil en 2010, mientras hace unos 30 años llegaban a sus costas unos 20 mil visitantes al año y en 2011 entraron 185 mil.