|Islas Malvinas ocupadas violentamente por Inglaterra (Memoria)

Como extensión de las posesiones coloniales de España desde los primeros tiempos de la conquista de América del Sur, las Islas Malvinas pasaron a formar parte con la Independencia de las nuevas Repúblicas suramericanas -y en atención al principio del Uti Possidetis Iuris-, del Estado del Río de la Plata con capital en Buenos Aires. Así, las autoridades bonaerenses ejecutaron en 1820 un acto de soberanía sobre este archipiélago del Atlántico sur, designando en 1823 un gobernador para dichas posesiones, sin objeción de la Gran Bretaña ni ninguna otra potencia marítima de la época.

IMPORTANCIA

Desde mediados del siglo XVIII las Islas Malvinas adquirieron importancia para las potencias europeas –España, Francia, Holanda e Inglaterra– especialmente por su ubicación como punto de tránsito del Atlántico sur hacia el estrecho de Magallanes y el Océano Pacífico. De otra parte, estas islas permitían una estación para los barcos dedicados a la caza de pingüinos, focas y ballenas, cuyos derivados eran rentables para el comercio del aceite, peletería y ramos cárnicos.

LA PRIMERA POSESIÓN

El primer reconocimiento por un europeo a las Islas Malvinas fue dado por naves que integraban la expedición de Fernando de Magallanes quien, en 1520 -al servicio de España precisamente-, procuraba ubicar un paso al sur de América, que uniese por vía acuática los océanos Atlántico y Pacífico. La toma de posesión formal del archipiélago, la efectuaría Francisco de Ribera, en nombre de España el 4 de febrero de 1540. Este permaneció en las islas hasta diciembre de ese año, antes de retornar a la Península. Dos décadas después corsarios británicos iniciaron el recorrido de esta franja marítima.

FRANCIA

En 1764 el francés Louis Antoine de Bougainville, en nombre del rey de Francia, arribó a las Malvinas con un grupo de colonos con el propósito de fundar un establecimiento. Ante reclamo español, Francia reconoció la titularidad de aquella, recibiendo de nuevo España las islas en 1767.

CORSARIOS INGLESES

En 1690 una expedición inglesa al mando de John Strong dio el nombre de Falkland a dos de las islas Malvinas, desconociendo la posesión española y su nombre original. Seguía la tradición de la Casa Real de Londres, de sacar el máximo provecho cartográfico de las incursiones de los piratas ingleses y sus resultas coloniales alrededor del mundo, uno de los cuales aconsejó en 1744 establecer “una base en Malvinas”. Así los británicos fundaron Port Egmont en 1765; si bien en 1761 devolverían dicha base a España que por entonces ostentaba poderío naval.

INGLATERRA CALLA

Tras demostración de territorialidad en 1820 por Argentina, y el nombramiento en 1823, del primer gobernador rioplatense para las Malvinas, el Gabinete inglés omitió cualquier declaración en contrario del dominio argentino, silenciando cualquier objeción en el Tratado de Comercio anglorioplatense de 1825, como en el texto de Reconocimiento de la Independencia de Argentina.

1833

Sin embargo, el 2 de enero de 1833, el capitán John Onslow, quien desembarcaría al día siguiente en Port Egmont, ordenó a los argentinos arriar su bandera: “…Siendo mi intención izar mañana el pabellón de la Gran Bretaña en el territorio, os pido…retirar…todos los objetos pertenecientes a vuestro Gobierno”.

Allí comenzó la usurpación inglesa, que solo fue interrumpida por la retoma argentina de las Islas Malvinas en 1982, hecho que a su vez dio origen a la breve guerra de aquel año entre Inglaterra y Argentina, y que terminó con la violenta recaptura del archipiélago por los británicos. El reclamo de Argentina por recuperar Malvinas se mantiene hoy a plenitud dentro del Derecho Internacional.

T/Néstor Rivero
F/Archivo CO