Este martes la rumba se prende en la Plaza Diego Ibarra. Los salseros de la mata, los verdaderos seguidores del género, se darán “banquete” con el menú que ha sido preparado para el goce audiovisual: “El Niño Bonito” de Puerto Rico, Ismael Miranda, una vez más se encontrará con los miles de seguidores de su carrera en la apertura de sección salsera, en tanto que el “pastor” Tony Vega le tocará cerrar el martes donde se logró combinar el merengue, son cubano y salsa dura.
¡MERENGUE!
Será el merengue el que abra la festividad del martes. Las Chicas del Can, Omar Enrique, Fernandito Villalona y Eddy Herrera harán que los caraqueños se trencen en ese remeneo que permite el merengue dominicano. Los que lleguen temprano disfrutarán de una de las última leyenda de ese ritmo, como lo es Fernandito Villalona. Todo un personaje en su tiempo, solo equiparable al recordado Héctor Lavoe.
SON Y FIESTA
Por Venezuela fueron escogidas dos figuras: El Sonero Clásico del Caribe, agrupación sonera fundada por nuestro recordado “Pan con Queso” y Joseph Amado, vocalista que se ha dado a la tarea de difundir el legado de Héctor Lavoe.
Ha de resultar interesante la intervención del Sonero, toda vez que pone un toque distinto en el festival al abordar el son cubano en su forma tradicional. El Sonero cumplió el pasado 3 del presente mes 40 años de haber sido fundado, por lo que Pablito Landaeta, su director, tiene preparadas muchas sorpresas para celebrar los 40 de la agrupación.
Por su parte, Joseph amado es un cantante que viene abriéndose paso en el mundo de la salsa utilizando el repertorio de Héctor Lavoe, al igual que en su momento lo hizo Van Lester. Ha presentado con éxito su espectáculo Lavoe Sinfónico, pero como ocurrió con Lester, el público espera que en algún momento Amado “cambie de tumbao” y salga al ruedo interpretando su propio repertorio
¡SALSA!
Entra en escena “El Niño Bonito”, Ismael Miranda. El de Aguada es sempiterno visitante de nuestro país, ya que durante el año recorre los estados venezolanos al ser invitado por las iglesias evangélicas para que lleve la palabra de Dios. Hacía rato que no lo veíamos en tarima y este martes tendremos el grato placer de escucharlo una vez más, hilvanando muchos de los éxitos que cosechó.
Miranda se inició con Andy Harlow y su sexteto para luego incorporarse a la banda de Joey Pastrana, con quien realiza su primera grabación: “Rumbón Melón”. Más tarde, Larry Harlow lo recluta para su orquesta y en 1968 lo lanza públicamente en el LP “Harlow presenta a Ismael Miranda», siendo todo un éxito, el cual se ha de repetir en las grabaciones «Electric Harlow», «Tribute to Arsenio Rodríguez», «Harlow’s Harem», «Abran paso» y «Oportunidad».
Con Harlow, Ismael incursionó también en el campo de la composición, compartiendo créditos con éste en los temas «La revolución», «Guasasa», «Arsenio», «El malecón» y «Lamento cubano», entre otros.
A la edad de 18 años Miranda se integró al grupo de Fania All Star, convirtiéndose en el cantante más joven de los que componían la poderosa banda. Lo de “Niño Bonito” se lo aplicó Johnny Pacheco en una oportunidad que Ismael llegó tarde a un ensayo. Esa noche lo presentó como «El Niño Bonito» de la Fania. Así se quedó.
Con Fania también se anotó algunos éxitos como compositor, entre ellos: «Señor sereno», «Abran paso», «Así se compone un son», «Lupe, Lupe» y el «Pa’ bravo yo», que estigmatizara al sonero cubano Justo Betancourt.
Le toca cerrar a Tony Vega, el sonero de Salinas, quien con apenas diez años de edad comenzó a sonar las congas en una banda infantil llamada “La Preferida”, habrá de deleitar a los salseros de este Suena Caracas con la retahíla de éxitos que ha logrado cosechar a lo largo de más de 40 años con “La Selecta” de Raphy Leavitt, “La Orquesta de Willie Rosario”, Louie Ramírez y la perfecta de Eddie Palmieri.
Entre su más recientes producciones se cuentan «Si me miras a los ojos», «Hoy vine a cantarte», «Tributo tropical a los Beatles» y «La combinación perfecta».
Tony Vega continúa tocando y cantando pero no tan a menudo como antes. En 1996 se volvió un «cristiano renacido».