El Gobierno de Israel inició este martes la construcción de una nueva colonia en Cisjordania, lo que representa un hecho inédito en 25 años en este territorio palestino ocupado.
Así lo denunció el portavoz de la presidencia palestina Nabil Abu Rudeina, quien señaló que esta acción busca «hacer fracasar los intentos estadounidenses» por reconducir el diálogo entre Israel y Palestina, al tiempo que consideró esta actitud como una demostración de que «Israel no cree en los esfuerzos» para reactivar el proceso.
Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu aseguró que resulta un «privilegio» la construcción de esta nueva colonia en Cisjordania, territorio palestino ocupado desde hace 50 años por el ejército de Israel y donde habitan más de 400.000 colonos de forma ilegal, a juicio de la comunidad internacional.
«Después de décadas, tengo el privilegio de ser el primer ministro que construye una nueva colonia en Judea-Samaria (nombre designado por dirigentes israelíes para catalogar a Cisjordania)», afirmó el mandatario israelí a través de su cuenta en Twitter.
Este anuncio ocurre un día después de la llegada de Jason Greenblatt, enviado del presidente estadounidense Donald Trump, que se reunirá con autoridades israelíes y palestinas para intentar reactivar las negociaciones interrumpidas por última vez en 2014.
Desde 1967, la construcción de colonias recorta los territorios sobre los cuales sería creado un Estado palestino, por lo que compromete su continuidad territorial y, por tanto, la viabilidad de tal Estado.
«En lugar de trabajar para solucionar el problema israelí de la vivienda, el Gobierno da prioridad a la minoría radical que vive más allá de las fronteras del Estado», denunció la ONG.
Asimismo, la organización lamentó que «el precio más alto a pagar por el gran aumento de la construcción más allá de la Línea Verde es un precio político».