Venecia ha dicho basta. La ciudad recibe cerca de 40 millones de turistas al año, un escandaloso flujo que está haciendo mella en los canales y sus edificios más emblemáticos. Por ello, el gobierno local ha decidido tomar medidas y controlar el acceso a la plaza de San Marcos, según publica el ‘Corriere del Veneto’.
El proyecto de la nueva normativa llega después de que la Unesco alertara del deterioro de Venecia, que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Entrará en vigor a partir del año que viene y su objetivo será preservar la plaza de San Marcos, la más fotografiada del mundo a día de hoy.
Todavía se desconocen los detalles de cómo se regulará la entrada de los turistas, puesto que no hay confirmación oficial de ello. Sin embargo, según el rotativo, hasta ahora se habrían planteado tres medidas para reducir las visitas. La primera de ellas sería establecer un límite horario, por ejemplo, de 10.00 a 18.00 horas, y sólo podrían entrar a la plaza aquellos turistas que hayan efectuado una reserva con anterioridad. Otra de las opciones que se barajan es cerrar el área en temporadas de mucha afluencia, como pueden ser los meses de julio y agosto, o los fines de semana.
Además de la plaza de San Marcos, la Junta Comunal que se encargará de regular el flujo de visitantes habría planteado la posibilidad de que los autobuses turísticos y los coches no entren en la ciudad cuando las plazas de aparcamiento estén llenas.
Este no es el primer paso que da Venecia para poner freno al turismo. La Junta anunció el pasado mes de mayo la instalación de un sofisticado método para contar personas, con el objetivo de recabar datos que permitan elaborar un plan efectivo para la reducción de sus visitantes.
Curiosamente, de los 40 millones de turistas que visitan Venecia anualmente, sólo el 25% pernoctan, por lo que el 75% restante se limita a pasear por sus canales y visitar los sitios más emblemáticos. Esto implica un impacto destacable en la ciudad -que cuenta con tan solo 50.000 habitantes- y que no repercute de la misma manera en los ingresos económicos del sector.
A pesar de las cifras, el número de hoteles se ha multiplicado en los últimos años. Desde 2010, los hoteles de 4 estrellas se han duplicado y los de 5 se han multiplicado por cuatro.