El vigente campeón, Chris Froome, se fue dos veces al suelo y tuvo que abandonar|Italiano Nibali gana la quinta etapa del Tour de Francia

Vincenzo Nibali fue el único gran superviviente de los favoritos que sacó tajada en una jornada ciclista espectacular. Un día para la épica y la gloria del italiano y el infierno para otros como Chris Froome, que tuvo que abandonar el Tour en el que defendía título,Valverde, que perdió 2:28 en meta o Contador, totalmente sepultado en barro para terminar cediendo casi tres minutos con el líder. Y, con todo este caos, otro triunfador, Lars Boom, que se llevó una etapa para el recuerdo.

«No es un día para ganar el Tour de Francia pero sí para perderlo». Esta era ayer la frase más extendida en el pelotón cuando se hablaba de la etapa de hoy. Y es cierto, ni Contador ni Valverde perdieron hoy la ronda gala, pero sí Froome. El británico fue el gran damnificado de este caótico día. Después de la caída de ayer, que le dejó muy mermado para afrontar un día con pavés, el del Sky se fue hasta en dos ocasiones al suelo. La primera vez, en el kilómetro 32 y la segunda y definitiva, a 63 de meta.

Y ya no pudo seguir. El vigente campeón del Tour echó pie a tierra y se metió en el coche del equipo despidiéndose de su gran objetivo del año, ese para el que se preparó durante toda la temporada. Parecía que todo se le ponía muy de cara a Contador, pero nada más lejos de la realidad. A menos de 50 para la llegada, el del Tinkoff extremó precauciones en una curva del segundo tramo de pavé. Tiró de freno y perdió unos metros. Un espacio que se vería rápidamente ampliado posteriormente porque el Astana olió sangre y quiso devorar a su presa.

La ventaja iba en aumento. Las caídas se sucedían en un pelotón totalmente roto. La lluvia y el barro jugaron malas pasadas a unos ciclistas que vivieron en sus carnes la brutalidad del ‘Infierno del Norte’. Pero, para infierno y calvario el que vivió Contador, que más tarde se descolgaría del grupo donde también iba Valverde, que también ‘besó’ el suelo y tuvo que coger la bicicleta de su compañero Rojas.

Entre todo este caos, un rey: Vincenzo Nibali. El italiano, descomunal durante todo el día y arropado a la perfección por hombres como Westra y Fuglsang, se lanzó a por la cabeza de carrera, donde rodaban hombres como Tony Martin o Gallopin. Les dio caza junto con otros pesos pesados como Cancellara, Sagan o Kwiatkowski. Todos ellos apretaban los dientes, pero fue Boom quien rompió la ‘armonía’ del grupo y atacó a seis del final. El holandés, gran experto que viene del mundo del ciclocross, cogió un importante hueco de diferencia.

Por detrás, Fuglsang tiraba con fuerza para Nibali pensando más en la general que en la etapa. La ventaja con respecto a sus grandes rivales por el triunfo en París iban en aumento y así se llegó a Arenberg Porte du Hainaut después de 156 infernales kilómetros. Boom se hacía con el triunfo de etapa y el maillot amarillo cruzaba la linea. A 1:07 lo hacía Kwiatkowski, a 2:11 Richie Porte (nuevo jefe de filas del Sky), a 2:22 Talansky, a 2:28 Valverde y Rui Costa, a 2:44 Mollema, y ya por fin, a 2:54, Alberto Contador, totalmente empapado y lleno de barro hasta las cejas.

«He perdido mucho tiempo, pero ya llegará mi terreno», decía el de Pinto a su llegada. Y no le falta razón. El tiempo perdido es mucho, pero todavía queda un mundo en este Tour. La etapa que todos tenían marcada en el calendario desde hacía meses hizo estragos en el pelotón y sirvió para confirmar la candidatura de Nibali al triunfo. El italiano tiene un buen colchón de tiempo, pero precisamente eso, tiempo, es lo que falta, y mucho, hasta llegar a París. La guerra ha comenzado.

T y F / Marca
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