Movimientos y partidos de izquierda de América Latina se reunirán en Ecuador el 29 y 30 de septiembre próximos para reflexionar sobre los procesos de cambio y la restauración conservadora en la región.
De acuerdo con la secretaria ejecutiva de la gobernante Alianza País, Doris Soliz, la idea de celebrar el encuentro internacional surgió de los contactos entre diferentes fuerzas políticas de izquierda del continente durante la toma de posesión del presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén el 1 de junio pasado.
Hay un conjunto de experiencias que debemos mirar, y que nos dan luces sobre las nuevas estrategias del imperio, de la derecha y de la oligarquía, adelantó Soliz este miércoles al inicio de una reunión con militantes de Alianza País.
Apuntó que entre los temas que serán abordados en el encuentro internacional de septiembre próximo están la situación en Venezuela, la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y el golpe parlamentario ocurrido en Paraguay contra el presidente Fernando Lugo.
El papel que juegan los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales de derecha en socavar los procesos progresistas, y las lecciones aprendidas de la intentona golpista del 30 de septiembre de 2010 en Ecuador también harán parte de la agenda.
Queremos que sea un evento de alto nivel de reflexión, que pueda dejarnos también tareas conjuntas para todos los movimientos de izquierda de la región, afirmó Soliz.
El presidente Rafael Correa, quien defiende la construcción del Socialismo del Siglo XXI, advirtió días atrás que existe una acción concertada de las derechas nacional e internacional para revertir los cambios sociales que se produjeron en América Latina tras la llegada al poder de varios gobiernos progresistas.
Ya superaron el aturdimiento en que los dejó la debacle del neoliberalismo y la llegada de gobiernos progresistas como el de (Hugo) Chávez (en Venezuela), (Luis Inacio) Lula (da Silva en Brasil), (Néstor) Kirchner (en Argentina), o de quien les habla, aseguró el mandatario.
En su opinión, los gobiernos de izquierda que quieren una América Latina más justa, más soberana y más digna, tienen también que concertar acciones para hacer frente a esa restauración conservadora.