“Esta obra puede pasar en cualquier país del mundo, porque se enfoca desde la visión del inmigrante en el exterior. Es un tema completamente universal. Son los sentimientos y situaciones que vive el inmigrante como ser humano, más allá de la nacionalidad”, señaló el también actor Jeizer Ruiz, pero que esta vez dirige Cucarachas, original del ecuatoriano Cristian Cortés, en el marco del Festival de Jóvenes Directores.
En su tercera puesta en escena, segunda como profesional, este joven de 21 años considera que “en el teatro tenemos la oportunidad de decir: mira esto está pasando aquí. En el caso de esta obra, la metáfora es ser zapato o cucaracha, situación que puede ser en la política o en una relación de jefe y empleado”.
Destacó que existían otros textos sobre el tema del exilio como Passport del venezolano Gustavo Ott: “Lo conozco y lo he leído, pero siento que a Cucarachas podía sacarle más como director. Eso de ser insecto o ser humano me atrapó. Hay escenas donde el actor puede balancearse para dar esa sensación. Me gustó la potencialidad de las imágenes que puede ofrecer la obra. También otro tema que me gustaría tocar es la violencia en todos sus aspectos”.
Considera que esta obra la hubiera “montado en cualquier época, porque el exilio es una línea de trabajo que quiero llevar, más allá de la situación país. Es algo a nivel humano que me atrapa más que la emigración”.
DESDE NIÑO
Este venezolano empezó a actuar desde los siete años de edad, y estuvo bajo la égida de Levy Rossell por trece años, aunque también tomó clases con Dairo Piñeires. Quiere también montar obras venezolanas, “porque debemos empezar con nosotros mismos en nuestra dramaturgia”.
Cucarachas nos cuenta sobre un pequeño y destartalado sótano en Nueva York, Estados Unidos, donde tres hombres inmigrantes intentan resistir una de las peores nevadas de los últimos años. Son Walter, un travestí con una enfermedad que lo consume, cuyo espectáculo de imitación a la diva María Félix ya no tiene resultados; John, su hermano menor recién llegado con el anhelo de vivir el “sueño americano”, y Billy, amigo de ambos, que aspira a solventar la gran necesidad económica de su familia. Todos trabajan en la mal denominada “capital del mundo”.
Son tres personajes que ambicionan adaptarse a la dura realidad a la que enfrentan como ilegales, pugnando con las tajantes leyes migratorias, la violencia urbana y la pobreza. Su única esperanza es “triunfar” con un espectáculo musical que se preparan para ser presentado y así consolidar su calidad de vida. Los tres chocan con sus pasiones, contradicciones y esperanzas para subsistir como si fueran cucarachas, seres a los que la inmigración los ha llevado a escoger entre ser zapato o cucaracha, premisa del autor ecuatoriano Cristian Cortés.
Esta puesta en escena tuvo dos meses de ensayos. Actúan Ignacio Marchena, Ricardo Lira y Leandro Campos. Hasta este fin de semana tendrá funciones en el Trasnocho de Caracas, el viernes a las 5:00 pm, sábado y domingo a las 4:00 pm.
Jeizer ha ha participado como actor en más de veinte obras. El año pasadomostró sus capacidades histriónicas en La madriguera, original del colombiano Jairo Aníbal Niño, Promoción honor a mis padres de Elio Palencia y en el microteatro Los pollitos dicen de Salomón Adames. Actualmente y hasta este fin de semana también está en la sala 21 con la interesante pieza Lub-Lub te lo regalo, que se presenta en el XIX Microteatro Venezuela en el CCCT caraqueño.
Como dice este estudiante de Letras en la UCV en su llamado en Istagram @jeizerconz: “A los siete años me paré en un escenario. Ese día prometí no salir de allí hasta que me bajen el telón de esta obra llamada vida”.