Jeska Lee Ruiz: “El microteatro es un gimnasio que fortalece el músculo actoral”

Hasta el domingo 17 de abril estará Microteatral Caracas, evento que cuenta con 26 obras que se dividen en comedia, improvisación, el amor y el desamor, distribuidas en los tres pisos del Urban Cuplé en el CCCT de Caracas.

Se trata de piezas de creadores de teatro venezolanos que se presentarán en simultáneo en seis funciones diarias, de quince minutos cada una, de miércoles a domingo. Empiezan a las 6:15 pm y la última, a las 9:45 pm. Este evento cuenta con todas las medidas de bioseguridad.

Una obra que nos llamó la atención es Hay que matar a la perra, dirigida por Daniel Dannery, y que cuenta con la acertadas actuaciones de Robert Veiga y Jeska Lee Ruiz. Trata sobre esas personas que quieren más a sus mascotas que a esposos, hermanos y hasta la propia madre. Muy buen manejo del humor negro. Por cierto, conversamos con Jeska, comunicadora social que sigue activa, pero quien en la última década se ha centrado en las tablas.

– ¿Es más difícil actuar en microteatro que en una obra normal?

– No es más o menos difícil, es distinto. El formato tiene particularidades que demandan mucho del actor. Tienes al público a centímetros de ti y allí la teatralidad, la verdad interpretativa y hasta la factura de la producción no hay donde esconderla ni excusarla. También la demanda física, mental es súper exigente, ya que hacemos el performance seis veces por noche cada quince minutos. Este formato es un gimnasio que fortalece el “músculo actoral”.

– Indistintamente actúas en dramas y comedias. ¿Cuál área te atrapa más?

– Ambas me atrapan, todos los proyectos en los que me involucro logran atraparme y para nada en sentido metafórico, esa captura es literal. Cada texto, proyecto, personaje, director y producción tiene tanto que atender y trabajar que jamás he querido perderme de nada, de la oportunidad de aprender y crecer tanto a través del personaje, del género de la pieza así como del proyecto. Si ha sido más común verme interpretando dramas, pero con este personaje “Virginia” en Hay que matar a la perra estoy agradecida con lo que ha sacado y descubierto de mí en el escenario.

– ¿Tienes pensado dirigir en el futuro?

– No lo tengo realmente planeado, pero realmente me apasiona la manera en la que el rol de un líder de orquesta engrana, acompasa y calibra con su visión todos los elementos de una historia, para que así pueda ser contada desde su punto de vista. He experimentado y jugado a la dirección anteriormente, no descarto que me aventure de nuevo.

– ¿Y escribir textos?

– También he jugado experimentalmente en este rol, pero sinceramente a la dramaturgia le tengo sumo respeto. Mis textos teatrales son libros sagrados para mí.

– ¿Cuáles son los proyectos de cine, televisión y las tablas en lo que resta de año?

– Tengo dos películas por estrenar este año que me tienen muy ilusionadas por ver el trabajo final y la reacción y acogida del público: Tango Bar, de Gibelys Coronado, e Hijos de la Revolución, de Carlos Caridad Montero. Cada uno de estos personajes explora realidades diametralmente opuestas y agradezco haber tenido la oportunidad de encarnarlos y de pertenecer a estos equipos. En teatro… escucho ofertas (risas).

– Prácticamente dejaste a un lado el periodismo…

– Tengo la fortuna de que este sea mi profesión, mi oficio, mi amor y mi pasión y que además sea mi terapia y salvavidas en medio de tantas tempestades. El arte más que siempre me ha salvado, me ha rescatado…. Aunque nunca he dejado de ser comunicado social.

MÁS CALIDAD

Ya no en humor negro, pero también bien actuada está Mariposa azules, que relata las dudas de un joven cura atrapado en su fe a Dios, cuando es abordado por el jardinero de la capilla, situación que lo hace dudar de sus creencias, desatando un conflicto que lo hace pensar: si sentir como hombre o mantenerse firme en sus convicciones.

Destacan las actuaciones de Jefferson Garnica y Johan Monsalve con texto de José Miguel Cabriles, bajo la producción y dirección general de Marcos Gamez; producción técnica, Jhoanna Rojas; coreografía, Omar Rilopz; diseño de vestuario, JC Marcos Producciones; e iluminación, Martín Flores.

Otra bien contundente es Parásita, escrita, dirigida y actuada por José Gregorio Martínez, acompañado en las tablas por Andrés Moros y Jonathan Mejías. David experimenta ver y sentir con mayor frecuencia una “entidad” que dice ser él mismo. Preso del pánico acude por ayuda profesional, sosteniendo terapias con su psicoanalista Martín. En esta sesión, se confronta el escepticismo de la psicología con lo paranormal y un evento tal vez perceptivo pondrá en duda si esta entidad parásita es real o no.

A dos damas que siempre les va bien la comedia es a Patricia Ramírez y Varinia Arrazi, quienes participan en La culpa es de mi ex, escrita y dirigida por Jeizer Ruiz. Daniela y Jessica son dos amigas que se reúnen para, entre otras cosas, hablar sobre sus relaciones amorosas. ¿Será que lo que les ocurre es por culpa de sus ex? Dos amigas, un secreto, vino, un par de girasoles y el amor como salvavidas de una historia cómica que se va marchitando.

Escrita y dirigida por Mario Sudano está ¿Y con esta salchicha?, como siempre con la bárbara actuación de Desirée Monaterios, bien acompañada esta vez por Viviana Castillo. Comedia que habla de las peripecias entre la cliente y la cajera que atiende en el Bodegón La Salchica Alegre, develando con humor el problema sociocultural y lo complejo que es llevar el día a día, según la realidad de cada persona en un país en altas y bajas a nivel socio-económico.

Con Leandro Campos en el papel principal acompañado por Liah Gómez está La comedia divina, dirigida por Grecia Augusta Rodríguez, destaca la actuación de Campos, quien le pone un mundo en su reflexivo y cómico rol.

La sinopsis de Odio a mi novio nos cuenta cómo te sentirías si consiguieras al hombre perfecto.
Odio a mi novio cuenta la historia de cómo Cecilia, consigue al hombre de su vida, pero lo odia y no haya la manera de hacer que se vaya. Una comedia hilarante, que te hará enamorarte de la vida y recordar que no siempre lo que sueñas es lo que realmente quieres, y hasta al final de la obra te obsequian un buen café. Aunque también en este monólogo actúan Silvana Continanza, y Andreina Gomes. Nos encantó la semana que le tocó a Sabrina Dereneck, quien para ser una novata se robó el show.

Y con la siempre efectiva Giuliana Rodríguez, con texto y dirección a remoto de Jan Thomas Mora Rujanoo, se puede ver Con todo adentro. Según nos relató el dramaturgo: “¿Sientes que ese nudo en tu garganta está a punto de explotar? ¿Ya no soportas más la idea de seguir aguantando todo ese cúmulo de emociones en tu pecho? ¿Estás leyendo estas preguntas como un comercial de televisión? No temas, el movimiento ambivalente contradictorio y yuxtapuesto de respuestas sin sentido y preguntas capciosas te invita cordialmente a su próxima transmisión vía streaming, donde una de nuestras miembras más destacadas les enseñará en tan solo unos pocos pasos, ¿a lograr vivir?”.

Otras piezas que nos llamaron la atención y muy divertidas la mayoría, son David al cuadrado, La bruja portu, Viejas chismosas, El juego, La tía Margarita, La muerte y yo, Soltera en cuarentena, La diva, El catálogo, Hasta que la menopausia nos separe, Feliz, Caminos de esa y vuelta.

T/ Eduardo Chapellín
F/ Cortesía J.L.R.