Jesús Faría: Es una “infamia infinita” que EEUU proclame ser el vencedor del “nazifascismo”

“No fue el invierno ruso el que detuvo a la maquinaria de guerra alemana, como dicen los falsificadores de la historia, fue el heroísmo masivo de los soviéticos durante los seis meses de la batalla”, recuerda el dirigente

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Las tropas hitlerianas invaden la Unión Soviética. Antes de estallar la guerra, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) promovió en Europa una política de seguridad internacional para neutralizar a Alemania, donde se había instaurado con Hitler la dictadura más reaccionaria y agresiva del capital financiero. Pero el plan de Inglaterra y Francia era lanzar a los alemanes a la guerra contra el país de los soviets.

El 22 de junio de 1941 se desató el ataque traicionero de la Alemania fascista con el Plan Barbarrosa, que contemplaba llegar a Moscú antes de invierno. Con la Blitzkrieg, Hitler había ocupado Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica, Francia, Polonia en campañas de pocas semanas. En esas condiciones, el 3 de junio Stalin hace el llamado a la guerra de todo el pueblo por la patria.

La Gran Guerra Patria. La defensa de Moscú constituye un momento crucial de la guerra. No fue el invierno ruso el que detuvo a la maquinaria de guerra alemana, como dicen los falsificadores de la historia, fue el heroísmo masivo de los soviéticos durante los seis meses de la batalla. En Moscú se derrumbó el mito de la invencibilidad de las tropas hitlerianas.

En Leningrado, los nazis establecieron un cerco bestial por 900 días para rendir la ciudad por hambre y necesidades. No había comida ni combustible. El bombardeo era incesante. Murió más de un millón de personas, pero Leningrado resistió.

Por su parte, la Batalla de Stalingrado, en el verano de 1942, fue la más importante de toda la II Guerra Mundial. No había posibilidad de retroceder para los soviéticos. Era vencer o morir. La victoria se tradujo en una ofensiva estratégica, el Ejército Rojo se detendría en Berlín.

En el verano de 1943 se produjo una batalla monumental en el arco de Kursk con la mayor concentración de hombres y armamentos en toda la historia militar. La victoria fue vital para liberar a la URSS de tropas nazis.

En su paso hacia Berlín, el Ejército Rojo liberó total o parcialmente a Rumania, Polonia, Checoslovaquia, Bulgaria, Yugoeslavia, Hungría, Austria, Noruega y Dinamarca del yugo hitleriano.

El 2 de enero cae Berlín y los soldados soviéticos izan la gloriosa bandera roja con la hoz y el martillo en el Reichtag. El 9 de mayo los oficiales fascistas capitulan frente al legendario Mariscal Zhukov.

Pero la guerra no terminó ahí, el Ejército Rojo llevó sus tropas a Asia para derrotar al militarismo japonés en China y parte de Corea. Fueron 1.418 días y noches de horrendos crímenes y salvajes destrucciones, pero también del heroísmo masivo más impresionante que conozca la historia.

En total fueron más de 25 millones de soviéticos los que ofrendaron su vida y todo un pueblo el que realizó increíbles sacrificios por la libertad de su patria y de los pueblos del mundo frente a la barbarie nazi.

De tal manera que es de una infamia infinita la pretensión de los EEUU de apropiarse, a base de mentiras, del mérito de ser los vencedores de nazifascismo.

Podemos agregar que el 80 por ciento de todas las fuerzas militares involucradas en la II Guerra Mundial estuvieron desplegadas a lo largo del frente germano-soviético.

Además, los aliados abrieron el Segundo Frente apenas en junio de 1944, en Normandía, cuando la guerra ya estaba definida, y dos años y medio después de que Stalin lo hubiera solicitado.

La Gran Guerra Patria ha sido la hazaña militar más grande de la historia y su impacto fue extraordinario: se inició el desmembramiento del sistema colonial, crecieron las fuerzas progresistas del planeta, se establecieron las bases para un sistema internacional de paz, desgraciadamente, traicionadas por las potencias occidentales con la Guerra Fría, el antisovietismo y la OTAN.

Factores que decidieron la Gran Guerra Patria. En primer lugar debemos recordar a Lenin cuando decía que la patria socialista es invencible, porque el pueblo se aferra al poder que ha conquistado, defiende el derecho de disfrutar toda la riqueza creada por el trabajo humano.

La Unión Soviética disponía de una economía socialista con planificación centralizada, que le permitió elevar la producción y la productividad en las más complejas condiciones.

No se puede torcer la historia afirmando que los aportes económicos de los EEUU fueron determinantes. En realidad, esos aportes no superaron el cinco por ciento de todo el esfuerzo económico soviético.

Se puso de manifiesto la extraordinaria destreza del Alto Mando Militar soviético y el irreductible espíritu de combate de sus soldados.

La lucha en la clandestinidad y las guerrillas en los territorios ocupados también jugaron un papel importantísimo con operaciones militares, de sabotajes, espionaje.

El Partido Comunista de la URSS fue un partido de vanguardia en todos los frentes: económico, clandestinidad, guerrillas, en el frente de batalla. Sin él no hubiera sido posible la victoria. Los soldados iban al combate con el grito de “Viva Stalin”, “Viva el comunismo”. Tres millones de comunistas murieron en los campos de batalla.

En este aniversario de la Gran Guerra Patria, la humanidad preservará eternamente su gratitud y admiración hacia los pueblos de la Unión Soviética por sus gigantescos sacrificios en la defensa de la libertad de las naciones del mundo.

T/ Jesús Faría
F/ Agencia
Caracas