Jesús Luzardo se estaba alistando en la Liga del Cactus para estrenarse como abridor con Atléticos de Oakland, cuando MLB debió cancelar los entrenamientos de primavera debido a la pandemia de Covid-19. Pocos días después del cese forzado de actividades, el zurdo comenzó a entrenarse con Mike Fiers, quien junto al venezolano integra la rotación de los californianos, según reportó Susan Slusser para el San Francisco Chronicle.
Luzardo acaparó miradas durante la pretemporada de 2019 e incluso llegó a ser considerado para comenzar la campaña como iniciador, pero casi al final del calendario de los juegos de exhibición sufrió un tirón en un músculo del hombro izquierdo, que le impidió lanzar hasta mediados de junio. Luego fue subido en septiembre y tuvo una presentación en la postemporada, todas como relevista, en las que exhibió buena parte de su talento.
Saludable y sin límites en su número de actos este 2020, no había impedimentos para asumir las funciones para las que se preparó en su recorrido por las menores como uno de los mejores prospectos de la Gran Carpa.
“Para ser honesto, esta pandemia es más para quedarme en casa y hacer lo que pueda. He pensado en todas las formas que afecta a otras personas, no sólo a mí. Así que lo estoy viendo desde un punto de vista más amplio, no sólo desde mi perspectiva”, comentó Luzardo en una entrevista a la MLB.com.
“Un par de días después del cierre (de las instalaciones de Oakland en Mesa, Arizona), decidí tomar un vuelo (a Florida), uno de esos que salen temprano, en los que no hay mucha gente alrededor y tratar de hacerlo lo más seguro posible”, agregó Luzardo, quien dejó efectividad de 1.08 en 8.1 tramos en la Liga del Cactus. Vive en un apartamento a 15 minutos de donde residen sus padres y abuelos.
“Cuando llegue a casa, no todo estaba cerrado”, contó el joven, de 22 años, “Uno de los instructores de pitcheo con los que crecí, me abrió sus puertas y comencé a entrenarme con algunos de los que trabajé durante el receso de temporada (como Mike Fiers). Él y yo lanzamos casi todos los días, así que vamos un campo abierto y tiramos largo. Tratando de trabajar lo más que podemos, cuidándonos y manteniendo la distancia social”, agregó.
Desde entonces no ha sido tan difícil soltar el brazo, y la compañía de un hombre curtido como Fiers es un añadido importante en esa suerte de campamento durante la cuarentena, mientras esperan el arranque de la campaña de Grandes Ligas, en algún momento entre mayo y junio, si todo marcha bien y se cumplen las previsiones de los ejecutivos de MLB: “Al principio me recibía mi papá, pero después hemos conseguido quien reciba la bola para hacer un bullpen, aquí o allá, con catchers de high school. No ha sido un problema”.